Los ciudadanos de Georgia que tienen hijos que están fuera de control, tienen un aliado: el barbero Russell Fredrick.

Según la versión digital del Washington Post, algunos padres que quieren "disciplinar" a sus hijos, los llevan al negocio A-1 Kutz, en Snellville, para que les hagan el recorte denominado “Benjamin Button Special”, que el comerciante y su equipo ofrecen gratuitamente. 

El recorte consiste en rapar tan solo el área del casco de la cabeza y dejar los lados con algo de cabello, para que los jóvenes parezcan "ancianos", provocando la atención y la burla de sus contemporáneos.

Hay personas que apoyan la iniciativa, pues piensan que es el castigo perfecto para los chicos mal portados que quieren actuar como si "fueran grandes". 

La idea, según el Post, se originó cuando Fredrick –codueño del local– le rapó la cabeza a Rushawn, el hijo 12 años de un preocupado padre el otoño pasado y, de inmediato, se vieron los resultados. 

Las calificaciones de Rushawn, que habían bajado, después del recorte, subieron de forma impresionante. 

El barbero dijo que, después, otro padre quizo hacer lo mismo; él publicó el proceso en las redes sociales y otros padres también quisieron tomar la "medida disciplinaria"con sus respectivos hijos.

Con la fama alcanzada, Fredrick se ganó el apodo “Rusty Fred (Fred oxidado)” y su historia fue reseñada por el sitio web Mediatakeout.com.

La reacción de las personas fue positiva, dijo Fredrick al Washington Post. "Hay personas por ahí diciendo que es abuso infantil, pero, en general, todos están aplaudiendo a las madres que están trayendo a sus hijos y a mí también". 

Al barbero opina que la "medida disciplinaria" tocó una fibra sensible y ha obligado a muchos padres a reevaluar la  manera en que ponen orden en sus hogares.