Una niña de cuatro años quedó atrapada en un elevador junto a su madre y su pequeño hermano en el estado de Massachusetts. Esto es algo común, que pasa todos los días. Lo inusual fue la técnica que tuvieron que utilizar sus rescatistas para calmarla y poder sacarla del ascensor.

Resulta que Kristen Kerr iba camino al salón de belleza en la ciudad de Reading con su bebé Jackson y su hija Kaelyn. Cuando tomaron el elevador para llegar al segundo piso, éste se detuvo.

De inmediato los bomberos acudieron al lugar para rescatar a la familia, pero cuando metieron la escalera para sacarlos, la pequeña Kaelyn se asustó demasiado y no quería moverse.

Afortunadamente los bomberos John Keough y Scott Myette, supieron qué hacer para calmar a la chiquita, cantarle el famoso tema de la película Frozen, Let it go.

Ambos padres de familia reaccionaron ante el instinto de lo que necesita un hijo para tranquilizarse ante una situación desconocida. Ayudó el hecho de la niña ya había visto la película al menos 12 veces.

“Es un embarazoso admitir esto, pero sí, me sé toda la canción”, dijo Myette.

Ante la mirada atónita de la madre al ver los bomberos cantar la delicada balada, Kaelyn se relajó tanto que permitió a los oficiales cargarla hasta la escalera.