Esta semana en Miami un hombre le comió el rostro a otro y en Baltimore un estudiante confesó a la Policía haberse comido el corazón y partes del cerebro de un hombre que había asesinado. Muchos han argumentado que se trata de un ataque de zombies

Los incidentes han causado gran revuelo al punto que hasta el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ha reaccionado en un comunicado de prensa, señalando que “el consumo de carne por criaturas no-muertas definitivamente no existe”. De hecho, fueron más allá al detallar que “el CDC no tiene conocimiento de un virus o una condición que reanime a los muertos (o que presente síntomas de zombis)".

Sin embargo, para el profesor Reinaldo Ríos, quien ha impulsado la construcción de un ovnipuerto en Lajas y quien el año pasado organizó un bautismo extraterrestre en la playa Jobos de Isabela, sí podría tratarse de casos de zombies.

Ríos aseguró en un comunicado de prensa, haber entrevistado a un ex militar “que el ejercito le quitó todos sus honores y derechos donde éste manifestaba que mediante experimento con personas usuarias de drogas le inyectaban unas jeringas con unos químicos que alteraban su sistema y provocaba la creación de lo que llamaríamos un zombie”.

Según el comunicado, “el ex militar indicó en entrevista cerrada a Reinaldo Ríos que en tiempos de guerra el ejército usa estos zombies para echárselos a sus enemigos, fantasía o no, realidad difícil de aceptar, nada se descarta en una guerra”.

El término canibalismo se aplica a cualquier especie animal y es la práctica de alimentarse de los miembros de la propia especie. Por su parte, un zombie es una figura de la práctica del culto vudú, que no es nada más que un muerto resucitado por medio de la magia o de un hechicero para convertirlo en esclavo.