Kenji y Sophia estaba destinados a morir en Corea del Sur. Ambos vivían en un criadero que producía carne de perro para consumo humano, por lo que su futuro no era muy prometedor.

Sin embargo, una organización animalista los rescató y los envió a Estados Unidos para su adopción. Los perros de raza samoyedo tuvieron mucha suerte y rápidamente fueron incorporados cada uno a una familia.

Lindsay Goldstein y Scott Davis, de Boston, se hicieron cargo de Kenji, un perro dulce, tranquilo, afectuoso y al que le encanta que le presten atención, según han descrito.

Sin embargo, Kenji no tenía una relación "normal" con los demás perros y tendía a aislarse. Por esta razón, sus dueños tuvieron la idea de reunirlo con su querida Sophia y ver cómo reaccionaba.

Así, Lindsay y Scott rastrearon el paradero de Sophia y se pusieron en contacto con sus dueños para programar el reencuentro de los perros, aunque no sabían si se recordarían.

El momento fue registrado por la dueña de Kenji, quien publicó varias fotos, y un tierno vídeo de Kenji y Sophia en su página de Facebook. "Cuando vio a Sophia, fue obvio que se recordaban y que se amaban", escribió Lindsay.

"¡Ambos estaban muy emocionados! ¡Kenji no había reaccionado así con ningún otro perro! Son tan lindos juntos", agregó.

El reencuentro también sirvió para que ambas familias supieran que no viven demasiado lejos y que pueden seguir reuniéndose para que Kenji y Sophia se vean y sean felices.