Su rostro da la impresión de que solo está dormida, pero la realidad es que lleva más de 140 años en ese estado.

Los residentes de una casa en San Francisco se llevaron la sorpresa de sus vidas cuando en medio de unos trabajos de construcción en el garaje de la residencia se toparon con un ataúd. Esa no fue la sorpresa como tal, pues conocían que hace décadas hubo un cementerio en el lugar. 

Lo que dejó a todos atónitos, no obstante, fue que al caja contaba con una ventana de cristal donde se podía ver la criatura que en él descansaba e increíblemente se podía ver con claridad el rostro de una niña de dos años que pareciera que fue enterrada recientemente.

Según reseña KDTV, luego de meses de investigación se logró identificar a la pequeña como Edith Howard Cook, quien falleció el 13 de octubre de 1876 a la tierna edad de dos años.

La pequeña fue enterrada de nuevo en otro cementerio, no sin antes tomarle muestras de su ADN para encontrar familiares. 

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