El término “encuentro cercano” se le atribuye a Josef Allen Hynek, un astrónomo norteamericano que pasó de ser un escéptico a un estudioso de los OVNIS, lo que le ganó el título de ufólogo.

Hynek propuso tres tipos de encuentros cercanos, pero desde 1972, que fue cuando publicó el libro que los explica, otros ufólogos han añadido múltiples niveles. Si es fanático de películas de ciencia ficción, o si al menos vio Alien, presenció uno de esos niveles.

Encuentro  del primer tipo

Si mira a lo lejos y a una distancia de 500 pies o menos ve una lucesita o algún objeto volador no identificado para el que no haya explicación científica (o sí hay, pero usted no la conoce), entonces eso se considera de primer tipo.

Encuentro  del segundo tipo

Si, además de ver el objeto no identificado observa cambios a su alrededor como animales asustados, interferencia en aparatos electrónicos, parálisis o de repente se olvida de dónde es que está, eso es un encuentro del segundo tipo (también parece un ataque de pánico).

Encuentro del tercer tipo

Aquí, el objeto no identificado tiene forma y quien lo vea, aunque nadie le crea, lo puede describir con detalles. Lo mismo puede ser una nave o una figura alienígena. Hay quienes dicen que el chupacabras podría ser uno.

Encuentro del cuarto tipo

Aquí es que vienen las historias de viajes. En el cuarto tipo, el extraterrestre se lleva por un rato a la persona y a saber qué hace con ella. Algunos reportan hasta operaciones. El “secuestro” no tiene que ser con el uso de fuerza y no significa necesariamente que te monten en una nave. En el “viaje” a lo mejor ni sales de tu cuarto.

Encuentro del quinto tipo

Este encuentro es de tipo telepático. La persona tiene comunicación con extraterrestres de manera extransensorial. Es como tener una conversación en la mente.

Encuentro del sexto tipo

En este se pone la cosa peligrosa. El encuentro pasa de ser un acercamiento amistoso a una agresión que puede ser fatal. La víctima puede ser una animal o una persona.

Encuentro del séptimo tipo

En este encuentro el asunto se vuelve demasiado físico, tanto que resulta en un tercer ser, híbrido, al fundirse el humano con el extraterrestre. Podría ser una relación sexual tal cual se conoce en la tierra o algún otro método que solo es posible con un habitante de otro lugar. En la película Prometheus presentan un encuentro del séptimo tipo.