Tiene 26 años, una hermosa hija de un año y toda una vida por delante. Su nombre es Dejah Hall y su vida era muy diferente hace cuatro años, cuando era adicta a la heroína.

Todo empezó a los 17 años, cuando consumió por primera vez metanfetaminas, y luego pasó a drogas más duras. "Cuando comencé a inyectarme heroína, no me importaba si vivía o moría", contó Hall al diario británico Daily Mail.

Fueron las malas compañías las que la llevaron a la heroína; ella se describe a sí misma como un monstruo al que poco le importaba el daño que hacía a su familia y amigos. Fue su abuelo quien la empujó a dejar del vicio en diciembre de 2012. Hall se vio en el espejo y notó lo mal que estaba. Salió, se hizo una foto con su abuelo y prometió no volver a caer en las drogas. Días después, el 6 de diciembre, fue arrestada y puesta en prisión por posesión de drogas.

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Según cuenta en Facebook, el 6 de diciembre de 2016 es una fecha simbólica pues lleva cuatro años limpia de toda sustancia. El tiempo en la cárcel la hizo reflexionar y encontró en Dios una salida. Para cuando ella fue liberada, su abuelo había fallecido.

I love you! ??????? RIP grandpa merry Christmas

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"Con la ayuda de Dios estoy completando mi bachillerato y espero algún día ser pastora en la prisión. ¡Tengo una hermosa hija de 18 meses y todos los días agradezco a Dios por estar lejos de donde alguna vez estuve!", concluye Dejah en su mensaje de Facebook.