Las autoridades locales de Pekín han decidido no aprobar un proyecto de "ciudad en inglés" que iba a construirse cerca de la Gran Muralla y cuyo principal atractivo era que sólo podría usarse el idioma de Shakespeare en su interior, informó la agencia Xinhua.

Después de que el proyecto llamara la atención de varios medios de comunicación internacionales, el portavoz del distrito de Miyun, donde se había solicitado la construcción de esa ciudad anunció que los departamentos encargados "debatieron el proyecto y decidieron no aprobarlo", señaló la información.

En los alrededores de Pekín y Shanghái ya existen varias urbanizaciones y zonas residenciales que imitan las arquitecturas de países como Reino Unido, Francia o incluso España, pero nunca hasta ahora se había pensado en llevar estos proyectos al terreno ling ístico.

El jefe del distrito de Miyun, Wang Haichen, fue el primero que hace unos días presentó la posibilidad de crear esta ciudad en inglés, señalando que su finalidad era atraer a personas interesadas en practicar ese idioma, así como turistas.

La principal polémica en torno al proyecto radicaba en que el idioma chino estaría prohibido dentro de esa ciudad, aunque el castigo por usar la lengua oriunda no era demasiado duro (deducir puntos en un "pasaporte" turístico que se entregaría a los visitantes al entrar en la localidad).

Algunos medios y comentaristas en internet se quejaron de que esta iniciativa era discriminatoria, y mostraba un excesivo fervor por lo extranjero, aunque también hubo defensores de la idea que se quejaron del "nacionalismo de corta mira" que mostraban estos críticos.