Lavarle a alguien la boca con jabón quizá no sea la respuesta más moderna para reducir el uso de malas palabras, pero funcionarios en un pueblo del estado de Massachusetts creen que una mordida a la billetera podría ser un incentivo para reducir la altisonancia.

El ayuntamiento de Middleborough planeaba votar hoy, lunes, una propuesta del jefe de la policía de imponer una multa de 20 dólares por proferir blasfemias en público.

Quienes apoyan la propuestas aseguran que no está orientada a censurar conversaciones privadas, sino acallar las blasfemias en voz alta en áreas del centro del pueblo o parques públicos.

Middleborough ya había tenido una ordenanza contra las malas palabras desde 1968. Sin embargo, es muy raro que se aplique, si acaso, ya que en esencia convierte el acto en un delito.

La nueva propuesta despenalizaría la blasfemia y permitiría a la policía multar a la gente como si fueran violaciones de tránsito.