Por años, los miles de caballos realengos que vagan por las carreteras del municipio de Vieques se han convertido en un verdadero problema de seguridad tanto para los residentes como para los equinos, que campean libremente por todos los rincones de la Isla Nena.

Sin embargo, la situación –que recientemente ha empeorado significativamente–, podría tener un final feliz si se materializa un proyecto que busca obligar a los dueños de caballos a registrarlos en una base de datos nacional y ofrecer un espacio protegido para aquellos equinos realengos que no tienen propietarios.

El proyecto, que une el esfuerzo de la División de Maltrato de Animales de la Policía de Puerto Rico, el municipio de Vieques, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (FWS, por sus siglas en inglés) y grupos de rescatistas independientes, comenzó este año con una amnistía para que toda persona que posea un equino pueda registrarlo en el ayuntamiento completamente gratis.

“Comenzamos este año con inscripciones parciales de los dueños de caballos. Ellos vienen, nos dan la información que se almacena en una base de datos para comenzar a contabilizar los animales”, explicó Cynthia Cruz, directora de la División de Maltrato de Animales de la Policía de Puerto Rico.

“La última vez que se contaron los caballos realengos en Vieques fue en 2008 y se contabilizaron unos 2,000, pero ahora esa cantidad posiblemente se ha triplicado”, añadió.

Una vez los propietarios registren sus equinos, el FWS donará una cantidad no especificada de sensores de identificación que se introducirán en la piel del animal y que permitirá almacenar en una base de datos la información del animal.

Los equinos que no tengan dueños entonces serán relocalizados en terrenos propiedad del FWS. Allí se creará una reserva para estos animales, donde serán monitoreados y podrán vivir libremente sin afectar a la población.

Cruz indicó que esta medida podría resolver finalmente el problema de caballos realengos, que se ha incrementado a tal grado que han provocado varios accidentes de tránsito.

“Estos caballos están por todos lados en Vieques. Muchos malnutridos y heridos. Con este sistema esperamos educar a los propietarios sobre la importancia de que se responsabilicen por sus caballos y así, al estar inscritos, podemos someter multas y hasta llevar al tribunal a los dueños que no cumplan con su animal”, explicó Cruz.

Del mismo modo, Kimberly N. Díaz Rosa, presidenta de la organización sin fines de lucro “Caballos de Vieques” y rescatista de equinos, apostó a que el esfuerzo de crear una base de datos y la reserva rendirá los frutos deseados.

“Estamos tratando por todos los medios de ayudar a estos caballos porque, mucha gente no lo entiende pero ellos son parte de nuestra cultura, de nuestra identidad y es bien triste verlos sufriendo, desnutridos, maltratados…”, explicó la rescatista quien es residente en Vieques.

“FWS se comprometió con donar los microchips, no todos, pero gran cantidad, de los mismos que utilizan para las tortugas, para identificar a los caballos con dueños. Los realengos entonces van a pasar a unos terrenos parte de la Reserva Natural de Vieques donde podrán vivir tranquilos”, añadió.

Díaz Rosa explicó que en esta temporada de verano se incrementa el problema ya que los caballos se desplazan hasta los lugares más poblados de la Isla Nena.

“Ahora en estos días los vemos más porque bajan del monte buscando agua porque está muy seco. Muchos bajan de noche que es cuando provocan los accidentes”, dijo.

La rescatista dijo que ya se han hecho tres eventos de pre registro que han probado ser un éxito.

En el mismo, los propietarios identifican detalladamente a sus equinos así como brindan información personal de contacto.

“Este próximo fin de semana vamos a hacer otro evento de pre registro. Cogimos junio completo para estos eventos. Ahora julio lo dedicaremos a la logística, contactar veterinarios, etc. y esperamos en agosto comenzar a recibir los microchips”, indicó Díaz Rosa aunque explicó que el FWS aún no ha identificado los terrenos que se pretende dedicar a preservar a estos caballos.