Ciales. Al cabo de dos semanas de haber descubierto que un área de la comunidad Alturas de Cordillera estaba contaminada con mercurio elemental, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) no ha podido establecer de dónde proviene este químico y los vecinos comienzan a desesperarse.

A esta comunidad, en la que viven decenas de familias, le ha tocado vivir en incertidumbre tras el hallazgo de este peligroso elemento.

Aunque la EPA aseguró haber inspeccionado alrededor de 43 residencias –de las cuales solo tres arrojaron niveles que exceden los estándares establecidos–, los vecinos se mantienen preocupados al no saber las consecuencias que puede traer la presencia del metal líquido.

“Ellos (la EPA) vinieron a mi casa con unas máquinas y verificaron y me dijeron que todo estaba bien, pero comoquiera me preocupo porque ellos encontraron el mercurio muy cerca de mi casa y por aquí hay muchos niños”, dijo Rita González Muñiz, quien vive con su hija y dos nietos, de tres y 10 años.

De hecho, y aunque no lo asocia de primera a los síntomas relacionados con el contacto con mercurio, dijo que el menor de sus nietos –que padece de asma– ha estado “botando mucha mucosidad” recientemente.

“Me dicen que fue bien poco (mercurio) lo que se encontró, pero yo dudo eso”, manifestó.

Asimismo, Ada Colón Sánchez, quien vive a solo pasos del lugar donde se encontró la sustancia, dijo sentirse intranquila ante la situación.

“Me preocupa porque yo iba allí a buscar mis cartas y los nenes se pasaban jugando por ese lado”, señaló.

No se sabe de dónde viene

Desde la denuncia original, que ocurrió hace ya casi tres semanas, la EPA se ha mantenido realizando monitoreos constantes en el área afectada, que es una esquina de la calle principal, justo donde se encontraban los buzones. Incluso, establecieron un centro de mando en una residencia que alquilaron en la zona contaminada. Allí también se comenzó a excavar para tratar de dar con la fuente de contaminación.

“Todavía el suelo está gotereando mercurio elemental... Nos preocupa porque no se sabe de dónde viene exactamente”, reveló Ramón Torres, director de la División de Respuesta Ambiental de la EPA.

Según dijo, en el área pudo observar cómo pequeños glóbulos de mercurio discurrían por la superficie del terreno. Advirtió que “una cantidad mínima de mercurio puede generar un problema bien grande”, aunque fue rápido en aclarar que la sustancia se convierte peligrosa cuando se evapora y se esparce por el aire.

Torres indicó que la calidad del aire no se ha visto afectada, ya que tapan el agujero de la excavación cada vez que terminan las labores. No obstante, no pudo ofrecer información sobre cuándo fue el último monitoreo de aire que se hizo en la zona ni los resultados del mismo.

Por otro lado, Brenda Reyes, portavoz de la EPA, aseguró que los trabajos continuarán hasta encontrar la fuente de contaminación.

“Nuestra misión es determinar la naturaleza y la extensión del problema. Nosotros vamos a seguir indagando y no nos vamos de aquí hasta que demos con el origen de la contaminación”, dijo.

En espera por respuestas de Salud

Mientras, el Departamento de Salud, a través del Centro de Preparación en Bioseguridad, se encuentra esperando los resultados de unas pruebas de orina realizadas a alrededor de 40 vecinos. Las muestras fueron enviadas a un laboratorio del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para ser analizadas.

“Las personas que estuvieron en contacto con el material pueden estar en riesgo únicamente al estar expuesto a cantidades grandes y por un tiempo prolongado. En el caso de estas personas fue bien poco”, aseveró, por su parte, Zobeida Santiago Berríos, epidemióloga ambiental.

Un juego inocente

Según varios vecinos, desde hace más de un año este elemento químico ha estado presente por la orilla de la calle principal, lo que causó curiosidad entre las personas, pero no lo suficiente como para ponerlos en alerta ante la peligrosidad de este elemento.

No fue hasta hace unas semanas atrás que una jovencita recogió una muestra y lo llevó hasta su escuela “para jugar”.

“Un día fuimos hasta los buzones y vimos eso en el piso y lo cogimos en un potecito. Era mojado, color gris y pesaba”, dijo Eileen Sánchez Montalvo, en una entrevista previa con Primera Hora.

La joven, quien cursa el undécimo grado en la escuela superior Juan Antonio Corretjer Montes, llevó la sustancia hasta el plantel escolar y fue allí donde se alertó a la EPA y demás agencias pertinentes.

Tanto a la joven, como a sus padres y a una hermana menor que tiene, se les ordenó realizarse pruebas de sangre para detectar la presencia de mercurio en el organismo.

Peligro con el contaminante

 Según el toxicólogo del Centro de Control de Envenenamiento José Díaz Alcalá, para que el cuerpo humano absorba el mercurio elemental, tiene que haber fricción e inhalación. “Es cuando se vaporiza y se inhala que el mercurio entra al cuerpo y tiene efectos en el sistema nervioso central, en el cerebro y periférico”.

El mercurio no se debe mapear, barrer o recoger con aspiradora. 

Llame al Centro al:  1-800-222-1222.