Las imágenes son indignantes y denotan una negligencia crasa hacia los recursos naturales de la Isla. Montañas de basura y desperdicios destruyendo una de las charcas naturales más populares de la zona noreste, La Poza del Ángel, ubicada en la carretera PR-191, vía de entrada al bosque forestal El Yunque.

Según explicó Joel Solá, presidente del grupo ambientalista Eco Love Movement y quien tomó las impresionantes imágenes, la práctica no solo se limita a fines de semanas feriados como el pasado, sino que semanalmente los visitantes, en su gran mayoría locales, hacen muy mal uso del importante recurso.

"Da pena cómo la gente deja eso allí. La basura no solo está afuera, por donde estacionan los carros, sino que el agua adentro tiene basura flotando y la gente bañandose así. En verdad que es terrible cómo la gente no valora este regalo de la naturaleza. Es asqueroso lo que la gente hace en esa charca. Si seguimos a este ritmo, Puerto Rico se va a quedar sin agua potable", indicó Solá quien indicó además que según los datos obtenidos por su organización, actualmente el agua de la charca está contaminada y no es segura para bañistas.

"El domingo pasado fui y había una familia con una planta eléctrica allí para darle energía a una estufa y a un radio. Tenemos que crearle consciencia a las personas de que estas prácticas nos van a llevar a un desastre ambiental", añadió.

Solá, quien trabaja como mesero en un restaurante de la zona metro y no tiene preparación académica relacionada a las ciencias ambientales, dijo que luego de presenciar semejante desastre, movilizó a su grupo para realizar una limpieza masiva de la charca el próximo domingo, 31 de mayo.

"Este próximo domingo vamos a ir todos los voluntarios y aquellos que se nos quieran unir para limpiar la Poza del Ángel. Necesitamos mucha ayuda porque no solo vamos a limpiar sino a educar a las personas que estén allí", explicó el joven de 27 años y natural de Guaynabo.

Los visitantes, en su gran mayoría locales, hacen muy mal uso del importante recurso.

Solá explicó que en la zona se necesitan zafacones donde las personas puedan depositar sus desperdicios. Al contactar al municipio de Río Grande para solicitar asistencia con estos, el Ayuntamiento le indicó que la gestión estaba fuera de su alcance.

"Necesito zafacones para ponerlos allí porque si la gente no ve dónde echar la basura, la dejan tirada allí. Hablé con el municipio pero ellos me dicen que eso es privado allí y que ellos no pueden intervenir pero tampoco saben decirme de quién son esos terrenos", explicó.

La basura recogida es dividida entonces en desperdicios y material reciclable para luego ser contabilizada y utilizar esos datos para futuras limpiezas o estudios.

Solá indicó que aunque Eco Love Movement es un grupo que apenas está activo desde enero de 2015, ya han sido decenas de playas y ríos que han sido impactados.

"Nosotros hacemos también actividades con deambulantes y me los he llevado a las limpiezas para que nos ayuden, eso los despeja y les da sentido de comunidad. También, muchas veces que llegamos a los sitios la gente se nos une y los que no, les damos una bolsita y les decimos que echen sus desperdicios ahí que nosotros los recogemos", indicó.

Solá hizo un llamado al público en general a unirse a esta causa.

"Invitamos a todos los que deseen a que se nos unan el domingo, simplemente llegando hasta donde vamos a estar o si necesita contactarnos nos puede buscar en Facebook bajo Eco Love Movement", dijo.