Cayey. Vecinos de la barriada Carrasquillo, comunidad Fernández García, viven en la incertidumbre de tener que abandonar sus casas porque, según denunciaron, la administración municipal de Cayey se ha empeñado en construir un sistema de transporte que pasaría precisamente por la calle en que viven, algunos de ellos desde el 1943.

Son 51 familias, unas 200 personas, las que serán expropiadas en esta primera fase del proyecto, y algunas de estas hablaron con Primera Hora.

“Lo más que le duele a esta comunidad es que nunca se nos consultó nada, nunca se nos presentó ningún proyecto, nunca se conversó… esto cayó de momento (en el 2011)…”, sostuvo Jacinto Soto, uno de los que ya tiene su dinero de la vivienda en el tribunal, tras ser expropiada y por lo tanto, ya no es dueño de la misma.

“No queremos irnos… y estamos en los tribunales viendo a ver cómo salimos de este problema”, dijo el vecino quien lleva toda la vida viviendo en el lugar.

Otra que mostró su descontento con la situación fue Edna Vázquez, quien dijo que quiere que el alcalde Rolando Ortiz sepa “nuestro sentir, nuestro pesar, nuestro dolor, porque estas casas las hicimos piedra a piedra, con sacrificios de nuestros abuelos y nuestros padres para que él venga ahora con una ley de fin público que lo defiende a él y tiene el poder de sacarnos a nosotros. Que busque otras alternativas viables, más económicas y más efectivas…”.

Precisamente, los vecinos alegaron que han ofrecido otras alternativas viables para realizar el proyecto, pero no han sido escuchados.

“Nosotros tenemos mil metros y le ofrecíamos 500, y que nos dejara en la parte de atrás, con los otros 500; después, que esta calle la pusieran para subir o bajar –con los carriles correspondientes– y que subieran o bajaran por la avenida Industrial o Luis Muñoz Marín, pero para él, esta es la mejor”, mencionó Soto.

De igual forma, doña Hermina Nogueras, de 91 años, dijo que se siente “demasiado triste, estoy en depresión y yo no soy así, no esperaba esto. Aquí crié a mis hijos y mis tres nietos, y todos se hicieron unos profesionales”.

Añadió que “esta es una comunidad muy buena, somos una familia… esto ha sido tremendo, somos personas mayores, no sabemos a dónde ir, estamos desorientados… no hay dinero para comprar una casa porque no nos están dando la cantidad de dinero que se supone que den por las casas”.

Nogueras aclaró que aunque todavía no ha recibido una carta informándole de la expropiación, sabe que “está en el bote”.

El grupo de vecinos coincidió en que el dinero que le están dando por sus propiedades no es justo; que es mucho menos de lo que valen las viviendas.

Don Luis Rodríguez Rodríguez, de 80 años, también lamenta que desintegren su comunidad.

“Esto es muy triste para mi, estoy en depresión. Llegue en el 1943, mi casa era una chozita que se fue mejorando, mejorando, y nos entristece tener que abandonar nuestro hogar donde hemos vivido por tantos años con nuestra familia, y este señor nos quiere destruir la casa de nosotros para irnos para dónde, abandonar una comunidad, unos vecinos que somos como hermanos y tener que abandonar su casa porque el quiere hacer una carretera o un boulevard, no veo ninguna razón”, agregó don Luis.

Por su parte, Aixa León Nogueras, quien catalogó el proceso de “terrible y devastador” dijo que el alcalde lo que hace es “desplazar las comunidades pobres y de clase media del casco urbano para hacer proyectos que son elefantes blancos… no se estén tomando decisiones informadas, están desde una habitación tomando decisiones que afectan la vida de muchísimas personas”.

Aunque la hija de doña Herminia dijo que el transporte colectivo no es una mala idea porque “todos los queremos”, cuestionó a “ qué precio… Cayey vive el mal de las demoliciones. Está no es la primera comunidad que se expropia. En Cayey no va a haber comunidades de medianos y escasos recursos…”.

Mientras una vecina de Cayey, Franchesca Santiago, de 22 años, dijo que la situación de los vecinos de la avenida Fernández García es “desastrosa”.

“Espero que el progreso de mi pueblo y de mi País busque el beneficio de la gente y del ambiente... vemos como los grandes intereses van por encima de la gente, de lo que es comunidad”, dijo la joven quien aseguró que “es solidaria siempre con los que están en lucha, defendiendo sus hogares y una vida digna”.