Mayagüez - “En navidades no se come gandules de lata, tú pagas lo que sea”.

La competición por ver quién desgranaba gandules más rápido  llenó de entusiasmo a los niños de la escuela elemental Rafael Martínez Nadal, quienes se unieron al segundo Festival Nacional Desgranando Gandules, celebrado ayer en la cancha del parque Luis Muñoz Rivera, contiguo a su plantel escolar en el barrio Broadway.

Hasta allí llegaron curiosos, para ver en qué consiste este nuevo festival mayagüezano, originado el pasado año en el sector La Chorra, con el fin de recabar manos para desgranar los gandules que darán sabor al gigantesco caldero de arroz que se reparte en febrero  durante el Rumbón Vuelta al Barrio, que celebra esa comunidad una vez al año. 

El festival fue dedicado a doña Laura Vazqueztell, de 85 años, por su dedicación a las comunidades cívicas de Mayagüez y su labor en beneficio de los pacientes de cáncer.

La también cofundadora del albergue de animales Villa Michelle y actual asesora en asuntos cívicos del Municipio recibió flores, proclamas y el amor de todos los presentes.

Orlando Serrano, coordinador del evento, destacó la participación de los niños como categoría nueva, ya que el año pasado  se limitó a la categoría familiar.

“Estuve en la mañana en la escuela ofreciendo el taller titulado Las cosas no vienen del cielo, para que los estudiantes vieran que si no se siembra no se come. Ellos se entusiasmaron y vinieron a participar”, expresó Serrano.

Yadira León dejó que su hijo Rubén Valentín, de nueve años, participara en la competencia “para que aprenda cosas nuevas”.

Por su parte, Jesenia Capellán, madre de Gilberto Ramírez, de nueve años, aseguró que “fue iniciativa de él mismo y estoy aquí para apoyarlo”.

Alberto Rodríguez,  de Las Marías, acompañó a su hijo Jesús porque ha visto el amor que le ha tomado a la tierra.

“Yo soy un jíbaro de Las Marías y me gustan todas estas actividades para que los niños aprendan. Nosotros tenemos un huerto y él cuida de los tomates”, dijo el orgulloso padre, quien aclaró que ahora reside en Mayagüez, pero  le fomenta la agricultura a su hijo.

Cuando comenzó la competición, Bryan Plaza, de 4 años, se puso las botas desgranado y su padre Carlos no vaciló en servirle de instructor.

“¡Dale, Bryan!” le decía, ofreciéndole truquitos para que pudiera manejar las vainas. Aunque con cierta dificultad, Bryan logró desgranar dos onzas de gandules.

Mientras los niños y niñas llenaban las ditas de gandules, los adultos “calentaban motores” en una esquina.

Una vez llamaron a la mesa para competir, doña Luz Colón, del barrio El Rosario, rompió a desgranar.

Durante la fiesta algunas participantes compartían recetas y truquitos de su cocina para lograr un exquisito plato de gandules.

“Yo prefiero poner a sudar los gandules a fuego lento hasta que ablanden, porque me parece que si los hiervo pierden sabor”, comentó Alicia Striker.

Mientras, la homenajeada, doña Laura sacó su receta de gandules con bolitas de guineo, destacando que su elaboración dependerá siempre de si el gandul viene en lata o es fresco.

“El sabor del gandul fresco es más marcado”, reconociendo que se tarda más en cocinar.

Por su parte, Serrano  señaló la ventaja de sembrar el sabroso grano.

“Queremos fomentar la siembra de gandules, porque nunca sabemos qué químicos o pesticidas han recibido los gandules frescos que se importan al País”, apuntó.