Su forma despierta la curiosidad y su sabor todos los sentidos. Son dulces, bajan suave, te refrescan y, una vez las pruebas, te quedas deseando más.

¿Que de qué hablamos? De las “Tetitas de Cielo”. Un colorido y deseable helado artesanal que goza de esta forma peculiar al servirse. Ir a Comerío y no probar las “Tetitas de Cielo” es como ir a Orocovis y no comer longaniza.

Su creadora se llama Cielo Reyes, obviamente, una mujer luchadora que buscando cómo sacar a sus cuatro hijos adelante ideó estos helados que hoy son todo un éxito en Comerío.

Hay quienes han intentado copiarlas, pero ni se acercan, sostiene. “Hay gente que las están haciendo....pueden hacer tetitas, pero lo que hay adentro es muy diferente”, aseguró la jovial mujer desde su humilde residencia, donde elabora cerca de 4,000 tetitas semanales.

Cielo comenzó a hacer los helados en el 1989, mientras residía en el estado de Massachusetts. Empezó vendiendo dos sabores a 25 centavos: fresa y coco. Hoy ya suman 32 y los hay para todos los gustos y sabores: de china, piña colada, cheesecake, chocolate, bizcocho y unas alternativas más dulcecitas, como Nutella y Snickers. Los seguidores claman por uno de Skittles, así que trabaja en la receta.

De hecho, fueron los primeros clientes los que le dieron el distintivo nombre. “A mí no me estaba malo, porque me las compraban y se quedaron así, las ‘Tetitas de Cielo’, recordó la mujer desde el balcón de su casa, donde tiene tres refrigeradores repletos de helados.

“No son limbers, porque el límber se convierte en hielo y las tetitas no”, explicó.

Recordó que, en el inicio, servía los helados en vasitos, pero tras comprobar que se les derramaba, empezó la búsqueda de una solución y ahí fue que surgió la idea de echar la mezcla en una bolsita plástica y hacerle un amarre.

Y, ¿qué es lo peculiar de las “Tetitas de Cielo”?

El sabor. Ya han viajado, de aquí, han ido a Nueva York y a la Florida.

Ese sabor es único, distintivo y, sobre todo, un secreto que al momento no lo conocen ni sus hijas, quienes la ayudan en el negocio. “Yo soy la única que las preparo (las mezclas). Ellas me dan la idea, pero yo soy la única que las preparo. Nadie sabe la receta. Mi hija me dice que lo deje por escrito, por si pasa algo”, comentó Cielo, quien está considerando esa posibilidad, pues tiene que someterse a una operación en un brazo.

Fue en el 2005 cuando las “Tetitas de Cielo” finalmente arribaron a la comunidad El Cielito de Comerío, tras ésta regresar a la Isla después de años de ausencia y, desde entonces, la tienen vuelta loca con pedidos.

Al principio, recordó, no se atrevía a hacer los helados, pues vecinos vendían limbers, pero tiempo después retomó la aventura. “Mi preferido es el de guayaba, porque es suavecito, pero también me gusta mucho el de fresa y piña”, nos confesó Cielo, quien nos dio a probar de coco y hasta pedacitos de la tropical fruta tenía adentro. Y es que ésa es otra de las peculiaridades de los helados de Cielo, son hechos con frutas naturales, nada de mezclas en polvo.

Hoy, 22 años después , la tarea inicia a las 8:00 de la mañana los lunes, martes, jueves y viernes y termina pasadas las 3:00 de la tarde. Cada día confeccionan unos 1,100 helados de nueve sabores diferentes.

Con el pasar de los años ha transformado también la forma de servir la mezcla, entre otras cosas, pues sus manos ya empiezan a reflejar el trabajo de estos años. Tampoco habla de eso, pues sabe que por ahí están los copiones choretos.

La demanda es tal que Cielo, con el apoyo del Municipio de Comerío, abrió el viernes un quiosco en las cercanías de la plaza pública, donde venderá ésta y otras delicias que confecciona. “Ése siempre ha sido mi sueño, tener mi propio negocio. Estoy bien ilusionada”, dijo sobre esta nueva etapa que demandará mucho trabajo y tetitas.

“Yo le digo a mi esposo, después de vieja estoy hecha famosa. Jamás pensaba que iban a sonar tanto las tetitas”, indicó al decir en tono jocoso que cuando vienen los muchachos a comprarle “tetitas” a su casa, se las entrega a través de la verja del balcón y les dice: “Juega con ellas, juega con ellas para que salgan”.

Oye, Cielo, y ¿cómo se comen las “tetitas”?

Oye... y que preguntando cómo se comen las tetitas...Según el nombre, empezando por la puntita y pegas a chupar por ahí.