De esta manera, Santaella Hernández se defendió de la insinuación que hizo el administrador de la ciudad de Ponce, Eliezer Velázquez, de que su empresa JS Construction no usó la madera adecuada y ello propició el rápido desgaste del tablado, manifestado en huecos y desniveles.

Velázquez dijo a Primera Hora la semana pasada que investigaba el trabajo realizado por Santaella Hernández, el cual fue inspeccionado y certificado por ingenieros de su propia oficina, y amenazó con demandarlo si hallaba irregularidades.

No obstante, Santaella Hernández mostró a este medio la carta de aceptación de la obra, firmada el 10 diciembre de 2013 por el ingeniero Elías Toledo, del Municipio Autónomo de Ponce, en la que se certifica que la obra fue completada satisfactoriamente y autoriza el saldo del pago ascendente a $1,329,914.88 estipulado mediante contrato.

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Además, Santaella Hernández ofreció detalles de una reunión llevada a cabo el 29 de junio de 2015, con la presencia de Velázquez, en la que supuestamente el ayuntamiento admitió que no le había dado mantenimiento al tablado. En ese cónclave, según el ingeniero, se acordó que el municipio elaboraría un plan de mantenimiento, pero nunca solicitó que JS Construction interviniera.

“Estoy sorprendido. Tengo mis cosas claras y sé que he cumplido a cabalidad con lo que he tenido que cumplir. Me extraña, pienso que (Velázquez) no tiene los conocimientos completos y se ha exteriorizado de una manera errónea”, expresó Santaella Hernández.

El ingeniero explicó que su compañía ganó la subasta para la remodelación de La Guancha el 18 de abril de 2012 y comenzó la construcción el 6 de agosto del mismo año. La obra se completó en seis fases, la última de las cuales se entregó el 15 de noviembre de 2013. Posteriormente, los ingenieros del municipio inspeccionaron los trabajos y JS Construction completó unas correcciones que hacían falta, precisó Santaella Hernández.

El trabajo realizado consistió en el reemplazo de las vigas madrinas, el tablado, la baranda y las bases de hormigón armado sobre tierra, así como la restauración de los postes de alumbrado. Las bases sobre pilotes que dan hacia el agua no se tocaron.

“Quiero hacer la salvedad que todos los materiales usados en el proyecto se hicieron por sometimiento a las autoridades pertinentes, entiéndase los ingenieros que el municipio le asigna el trabajo, ellos analizan que sean los que se pidieron en la subasta y los aprueban. Y eso incluye la madera”, manifestó Santaella Hernández.

Santaella Hernández señaló que la firma que tuvo a cargo el diseño de la remodelación y la selección de los materiales fue SQR Architects. “El material nosotros entendimos que era el especificado y no hicimos ninguna observación sobre eso”, puntualizó.

“La madera utilizada fue Southern Yellow Pine de primera calidad, según especificada”, precisó el ingeniero Félix Santaella, gerente del proyecto.

En la carta del 10 de diciembre de 2013, el ayuntamiento dio por buena la remodelación.

“Tan pronto se termina el trabajo se les hace la salvedad a ellos que, según recomendaciones de los diseñadores, era bien importante tratar la madera periódicamente porque va a estar expuesta al agua, sol, salitre y un uso más allá de lo común de gente caminando sobre ella”, destacó Santaella Hernández.

Esos detalles se le enviaron nuevamente al municipio, a petición del administrador de la ciudad, en marzo de 2014, sostuvo el ingeniero. Luego ocurrió la reunión del 29 de junio de 2015 en la que estuvieron presentes Félix Santaella, Eliezer Velázquez, el ingeniero Elías Toledo, el ingeniero Nelson Rosario, de SQR Architects; y los administradores del tablado.

“En esa reunión se discutió que la calidad del proyecto es buena… que a la madera no se le ha dado ningún tipo de mantenimiento desde que se entregó por fases… que le aplicaron un sellador que no es el indicado y hasta le cambió el color a la madera (la oscureció)… se habló que se pudo haber especificado una madera de más calidad, porque las hay, pero se descartó por razones de presupuesto, y se recalcó lo necesario de un mantenimiento adecuado aunque por el tiempo que había pasado ya el daño a la madera era irreversible”, resumió Hernández Santaella.

¿La garantía de su trabajo había vencido al momento de esa reunión?

“A nuestro entender, sí”, contestó el ingeniero.

“Si usted entiende que yo tengo que cumplirle con algo de acuerdo a un documento contractual, usted me lo solicita. No lo solicitaron porque saben que fueron deficientes en una cosa que es tan importante como el mantenimiento de la obra. Las obras se hacen pero no son perpetuas y las obras se edifican, después no hay dinero para mantenerlas”, manifestó.