Anoche Toa Baja se iluminó con la fogata encendida en la Ermita del Plantaje y a donde llegaron decenas de personas a participar de la fiesta de la Virgen de la Candelaria.

Casi a las 9:00 de la noche se encendió la enorme pila de árboles secos de pino, aguantados por bambúas que de vez en cuando “explotaban” con un sonido especial haciendo las delicias de los presentes.

Una enorme columna de humo adornadas con  pequeñas chispas encendidas, comenzó a subir mientras el calor provocaba que los presentes se fueran alejando de la enorme pira hasta quedar consumida.

Bomberos del área estuvieron atentos para apagar los últimos vestigios de cenizas.

Cada 2 de febrero, la Iglesia Católica conmemora el pasaje bíblico de  la presentación del Niño Jesús en el templo por sus padres, la Virgen María y San José.

En la Ermita de la Candelaria como también se le conoce, se sigue con esta tradición centenaria iniciada en este pueblo por la familia Picón, y apoyada por la comunidad y la administración municipal.

Como parte de las actividades se celebró la Santa Misa, precedida por un rosario cantado. Durante la homilía, el sacerdote a cargo de la celebración exhortó a los presentes a luz para el mundo y alumbrar los sitios más oscuros de nuestra sociedad.

La actividad fue dedicada a Miguel Rodríguez López, arqueólogo e historiador.

Este, quien estuvo acompañado por familiares, amigos y estudiantes, además de recibir la proclama del alcalde Bernando “Betito” Márquez, también recibió una resolución de felicitación de parte del legislador Pedro Julio “Pellé” Santiago, quien la peticionó y fue aprobada por unanimidad.

Rodríguez López, rector del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, tras agradecer el reconocimiento, dijo que “a pesar de la actual crisis administrativa y la imagen negativa de nuestro pueblo, proyectos como la celebración de la Candelaria y la preservación de la Ermita afirman nuestros valores históricos, fortalecen nuestra autoestima y nos proyectan con orgullo hacia el futuro”.

Al encuentro también asistieron el historiador y arqueólogo José Picón; Juan Camacho, de Toabajeños en Defensa del Ambiente y otros líderes comunitarios de Vega Baja.

La actividad culminó con un tremendo sopón en la Hacienda El Plantaje en Levittown.