Mayagüez.- Es una clase de historia divertida y excitante. Aprender sobre cómo operaba un galeón comercial español de siglo XVII, a bordo de una nave réplica, no es algo que se pueda ver todos los días. 

Precisamente, la alcaldía comisionó a la Fundación Nao Victoria -a un costo de $15,000- el atraco del Galeón de Andalucía en el puerto Sila María Calderón, como parte de su oferta cultural y turística para que estudiantes y público general tengan la experiencia de ver el interior de esta única réplica de galeón español, que por siglos unió a España con el continente asiático y las Américas.  

La experiencia lleva al visitante a caminar por entre las seis cubiertas que tiene la embarcación, guiados por personal de la misma tripulación del barco.

Entre las áreas más atractivas están la zona noble y las áreas de vida en la época en que la nave era el único vehículo comercial y cultural entre continentes.

El navío es una réplica de un barco del siglo XVII, pero construida en 2010 en fibra de vidrio, vestida de madera y lleva motores del siglo XXI.

Con ello, todos los aditamentos de seguridad y equipos tecnológicos modernos, que no están a la vista del público.

Como parte de este barco museo, en sus cubiertas interiores el público puede leer sobre la relación de los galeones entre España, América y Asia, y ver  instrumentos típicos de la era.

El horario para excursiones y visitas de estudiantes es de martes a jueves de 11:00 a.m. a 2:00 p.m. Para el público general es de 3:00 p.m. a 7:00 p.m. y sábados y domingos de 11:00 a.m. a 7:00 p.m. 

A diferencia de otros puertos en los que la gente paga un boleto de entrada para poder ver este barco museo, en Mayagüez  es gratis porque la alcaldía  hizo la inversión por adelantado,  explicó Nelson Albino, director de Turismo Municipal. 

Narran su vida como tripulantes

Parte de la tripulación son marinos profesionales y otros voluntarios, con o sin experiencia, pero los neófitos deben tomar  un  entrenamiento de  entre dos a tres semanas, y luego se unen al viaje por los mares del mundo.

La tripulación varía entre 20 a 40 personas. 

A preguntas de Primera Hora, Beatriz Valios, tripulante voluntaria de 22 años, dice que un día normal -cuando están navegando- es estar en guardia por cuatro horas, en tres turnos. En ese turno se le da mantenimiento a la nave, se observa la seguridad, entre otras cosas. 

“Me encanta navegar. Este tipo de barco es algo muy diferente a lo que te puedes encontrar en un barco mercante o de pasajeros. No hay ninguno como este. Uno aprende la manipulación de velas cuadras, que hoy día no casi ningún barco así. Con esto también vas conociendo mundo”, acotó la joven proveniente de Zaragoza, quien ha embarcado en dos ocasiones por periodos de seis meses.

Para Alexander Borrás, un sueco de 20 años proveniente de Palma Mallorca, la vida como tripulante voluntario en el Galeón Andalucía es una experiencia de constante alerta. 

“Puede pasar cualquier cosa. Puedes estar de descanso y surge una emergencia o un simulacro y hay que correr a responder”, dijo. 

En los aspectos más básicos del diario vivir, dormir puede parecer desafiante para la tripulación al igual que el baño, pues la ducha es de agua salada, y viene a temperatura ambiente directamente del mar. 

“Dormimos en los pasillos con literas. Y son bastante chiquitinas. Entonces yo que soy pequeña, pues me va bien, pero a él que mide casi dos metros que te cuente”, acotó Beatriz señalando a Alexander, quien dijo tener que dormir “un poco doblado”.

Agregó que antes de ir a la cama ellos mismos se cocinan la cena y en los ratos de ocio se la pasan con juegos de mesa o leyendo un buen libro.