Es muy probable que haya pasado cientos de veces por el malecón de la playa La Pared en Luquillo y se haya topado con una curiosa formación metálica que parece vigilar silenciosa a los bañistas y surfers que disfrutan de una de las mejores playas de la zona sin tener ni idea de lo que es.

Sepa entonces que se trata de una escultura del artista luquillense Carlos Guzmán, titulada tintorera y basada en una de las leyendas más antiguas de la Capital del Sol.

“Me inspiré en una leyenda que aseguraba que, la formación rocosa donde están los condominios Sandy Hills, había una cueva debajo del agua donde vivía una tintorera (la hembra del tiburón) que se comía a cualquiera que se metiera al agua. Nadie nunca la vio ni comprobó su existencia pero la leyenda pasó de generación en generación”, relató Guzman, quien es nacido y criado en el barrio Playa Fortuna en Luquillo y quien ha representado a su pueblo y a Puerto Rico con sus trabajos de escultura a nivel mundial.

“Para mí la obra fue una necesidad empírica porque soy de Luquillo. No quería que la leyenda desapareciera porque me di cuenta que las generaciones más jóvenes no la conocían ya”, añadió el artista quien también trabaja con pintura y dibujo.


La escultura, construida en acero inoxidable, mide 35 pies de alto por 12 de ancho y se ha convertido en una imagen emblemática de la playa La Pared.

“El proceso de construcción tomó como un año y se construyó como parte de la iniciativa del gobierno estatal bajo la administración de Sila Maria Calderón de arte público para remozar el centro urbano de Luquillo”, recordó.

“La comunidad la ha apoyado de una manera increíble y la preservan. No hace mucho le hicieron unos grafitis y al otro día la misma comunidad estaba limpiándole la pintura. Se ha convertido en parte de ellos y eso me satisface mucho como luquillense y como artista”, añadió Guzmán.

De Luquillo para el mundo

El escultor y pintor Carlos Guzmán le ha dado la vuelta al mundo con su trabajo teniendo actualmente obras públicas en países tan remotos como Corea del Sur, Fracia y Grecia así como países de América Latina como Venezuela y México.

Parte de sus obras en Puerto Rico incluyen la escultura en acero corten en conmemoración al exgobernador de Puerto Rico, don Luis A. Ferré, que adorna el expreso PR-52 de San Juan a Caguas, así como la escultura titulada Cardumen Onírico en la Plaza del Ancla en Condado.

“Siempre me gustó el arte pero como soy de una familia trabajadora no tuve los medios de meterme de lleno en el arte desde pequeño. A los 18 años, cuando me fui a estudiar a la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras es que descubrí los talleres de bellas artes y me metí de lleno”, recordó el escultor de 45 años de edad.

“Me gradué en 1991 y ya para 1992 le planteé la idea de hacer la escultura de los perfiles de Luis A. Ferré al secretario del DTOP de aquella época y me la aprobaron”, añadió.

Para el artista la necesidad de promover la cultura a través de las artes plásticas y expresó su deseo de ofrecer talleres a jóvenes de Luquillo interesados en el arte. 

“No hace mucho le comenté al alcalde de Luquillo que necesitamos fomentar el arte entre la juventud para asegurarnos de nuevas generaciones que cultiven las artes plásticas. Estoy en la disposición total del municipio para ofrecer talleres y charlas a la comunidad”, dijo.