Natalia Rosa Nieves esperó ocho años para recibir el vale de Sección 8 que le permitirá, al fin, dejar la vida de nómada que llevaba junto a sus tres hijos. 

La madre de 27 años de edad pasaba temporadas en casas de familiares o conocidos debido a los escasos recursos económicos que posee, situación que se agudiza con la responsabilidad de tener tres hijos menores de edad, cuyos padres no le pasan pensión, aunque le ayudan con el cuidado de los hijos.

No solo se le imposibilitaba proveerle a su familia seguridad y comodidad, sino que tuvo que posponer los estudios en enfermería que inició en 2008. 

Pero la realidad de esta madre soltera, cuyas palabras la describen como una mujer luchadora, trabajadora y determinada por salir adelante, cambió drásticamente ayer cuando tomó entre sus manos el vale de $743 para el alquiler de un hogar de tres habitaciones en Humacao, donde ha residido toda su vida. 

“Es una gran oportunidad para yo salir adelante con mis hijos en un lugar donde nadie me puede botar”, expresó ella a Primera Hora.

Natalia sentía necesidad de experimentar paz, estabilidad y autonomía. 

“Es difícil, es estresante. Uno se frustra mucho. Hay veces que en el camino uno se encuentra con gente que en vez de ayudarte te humilla, pero siempre tuve la fe de que en algún momento yo iba a estar bien. Esperé. Si me llamaban iba y llenaba los papeles, me actualizaba y así hasta que llegara el día”, agregó.

Natalia es una de 75 familias que ayer entraron al programa federal de vivienda, lo que deja en lista de espera en el Departamento de la Vivienda a 250 familias, adicionales a las personas que recientemente llenaron solicitud, que sumaron 1,350 –y este número bajará cuando se depure para determinar quién cualifica para el beneficio. 

Los 75 vales significan la entrada de $500,000 fondos federales en renta a la economía del país.

Por un tiempo, Natalia logró alquilar un apartamento por $500, pero al perder el trabajo en un restaurante de comida china tuvo que abandonarlo. 

Sin embargo, expresó estar enfocada en salir adelante. 

“Sí, uno se puede cansar, pero cuando uno tiene sed de triunfar y de perseverar uno hace lo que hace. Puede venir lo que sea y yo siempre me voy a levantar, y más por mis hijos”, aseguró.

Para ella, la ayuda económica que recibió a través de Vivienda le permitirá “tener una casa segura para mis hijos, donde yo voy a poder por fin descansar un poco de lo que es estar de casa en casa, pasando vicisitudes. Voy a poder… terminar mis estudios en enfermería, que los había pospuestos… porque lamentablemente me adelanté etapa y empecé chiquitita (a tener hijos), jovencita, a los 17 años”, compartió la mujer.

Según el secretario de Vivienda, Alberto Lastra Power, el tiempo de espera determinado por el gobierno federal para la entrega de un vale tiene que ser de un máximo de dos años. 

Laa agencia tenía casos como los de Rosa Nieves que alcanzaron los ocho años.

El funcionario explicó que en el 2013, cuando inició el cuatrienio, la lista de espera llegó a estar en los 14,500, cantidad de la que dice desconoce el por qué creció tanto. 

“La lista nosotros cuando la cogimos se depuró y ahí habían personas de cinco y ocho años. No sé por qué anteriormente no se entregaron más”, indicó Lastra Power. 

Unas 100 familias entranmensualmente al programa, mientras otras 30 se retiran.

“Este es un beneficio transicional y no permanente”, destacó el secretario.

Se anticipa que el tiempo de espera será de menos de un año, comentó la secretaria auxiliar de Subsidio, Zuleika Hernández.

Desde 2014, Vivienda estatal ha entregado 2,339 vales del programa, clasificado por Housign and Urban Department como de High Performance.