Tras el paso del huracán María, más de 3,000 familias tenían que tomar caminos improvisados y larguísimos debido a que el puente 1199 colapsó por completo en el barrio Esperanza.

A casi más de ocho meses de haberse desplomado en la carretera PR-623, este puente fue reconstruido con $1.4 millones del gobierno federal.

 Ahora, los residentes en los barrios Canta Gallo, Calichoza, Tanamá, Esperanza y Hato Viejo no tienen que dar tantas vueltas para llegar a sus destinos.

Para Brendaliz Mercado, del barrio Esperanza, la inauguración del puente es un avance significativo para los residentes de los barrios de la zona.

De hecho, Mercado tardaba una hora más de lo usual en

sus quehaceres diarios como llevar a su hija a la escuela, ir al trabajo y llegar a tiempo a sus citas médicas.

“Antes de que el puente se cayera yo me echaba como 20 minutos en llegar a mis destinos. Después de que se cayó el puente teníamos que ajustar nuestros horarios para poder llegar a tiempo a nuestras cosas. Me tardaba una hora en llegar”, dijo Mercado. 

El caso de Evelyn Santiago, residente en el barrio Canta Gallo, es muy parecido porque para llegar a tiempo a misa a tenía que dar una “vueltota” y desviarse del camino.

“Tenía que dar la vuelta por Dominguito y me tardaba media hora. Con el puente llego en cinco minutos a la iglesia. Nosotros estábamos incomunicados”, aseguró Santiago.

Como parte de la inauguración ayer, el gobernador Ricardo Rosselló cruzó el puente de 160 pies junto al alcalde de Arecibo, Carlos Molina Rodríguez.

Al verlos llegar, la comunidad celebró que volvían a tener el mismo acceso de antes: más corto, transitable y llevadero.

“Este es uno de muchos puentes que tienen suma importancia en el proceso de recuperación. Al poder conectar nuevamente a estas familias, así como a los visitantes y empleados del Observatorio de Arecibo y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), facilitamos el quehacer diario y la cotidianidad para volver a la normalidad después del impacto del huracán”, afirmó el Gobernador.

Por su parte, el director ejecutivo de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), Carlos Contreras Aponte, resaltó el doble valor de la restauración de este puente.

“Más que una estructura se trata de reconectar familias, abrir paso a nueva oportunidad económica, y marcar la ruta de la recuperación económica en Arecibo y el resto de Puerto Rico”, dijo Contreras Aponte quien estuvo presente durante la inauguración.

Sobre el futuro económico de la Villa del Capitán Correa, tanto Rosselló como Molina Rodríguez resaltaron su compromiso con el municipio y el interés de convertirlo en destino turístico y el espacio idóneo para la agricultura.

El alcalde de Arecibo confirmó que trabajan en los preparativos para la inauguración de la estatua de Cristóbal Colón en el barrio Islote y la construcción de un hotel.

Además, destacó que en el barrio Miraflores hay más de 80 cuerdas disponibles para la siembra. Las cosechas que salgan de ahí serán vendidas a grandes compañías, indicó.