Caguas. “La misma vida que yo le doy a ellos, ellos me la dan a mí”, asegura con voz entrecortada Evelyn Hernández mientras acaricia tiernamente la cabecita de Luna, uno de sus “hijos caninos” que alberga en el Santuario Lázaro, ubicado en las instalaciones del antiguo refugio en Caguas, y que asegura le brinda el mismo amor incondicional que un hijo a su madre.

Y, a pesar de que doña Evelyn lleva toda su vida luchando y rescatando perros y gatos abandonados en las calles del País, apenas hace dos años su organización sin fines de lucro logró salvar las instalaciones del antiguo refugio para darle una oportunidad de vida a aquellos animalitos que han sido maltratados y abandonados por sus dueños.

“Yo aprendí a querer, cuidar y respetar a los animales gracias a mi mamá. Ella siempre me enseñó eso. Por eso es que es bien importante desde pequeños inculcarle a los niños el amor por los animales”, aseguró doña Evelyn quien es trabajadora social de profesión pero rescatista por vocación hace más de 20 años.

“Esto no es un refugio, aquí no ponemos a dormir a ningún animal. Esto es un proyecto de amor, un santuario donde le damos la oportunidad de vivir a los animalitos ya sea a través de la adopción o de darle una vida digna a los que se quedan aquí. Porque no es solo darles comida, hay que darles amor y cuidado, como a cualquier ser humano. Aquí los animales son primero antes que todas las cosas”, añadió la mujer natural de Camuy pero quien dice fue adoptada hace 40 años por el pueblo de Caguas.

Sin embargo, la ardua labor que con tanto esfuerzo doña Evelyn y un puñado de voluntarios ha realizado por estos últimos dos años está en peligro al no tener suficientes recursos para operar.

“Aquí la prioridad grande es la comida, pero se necesitan muchas otras cosas: bolsas de basura, guantes, periódicos, cloro, detergente, alcohol, champú para perros, etc. También necesitamos donativos para seguir restaurando el santuario. Esto lo hemos levantado nosotros con nuestras propias manos sin ayuda de nadie y operamos solo con donativos. Ni el gobierno federal ni el estatal ni el municipal nos ayudan”, explicó.

Doña Evelyn relató que en marzo de 2012, realizaron una protesta masiva en la Plaza de Recreo de Caguas en la cual lograron recoger 1,500 firmas para que se le entregaran las instalaciones abandonadas del antiguo refugio.

“El municipio no nos quería dar el lugar estando esto abandonado completamente. Aquí tuvimos que entrar a machetazo limpio porque estaba todo lleno de maleza. El alcalde (William Miranda) nos la dio con la condición de que nosotros la reparáramos. Poco a poco las hemos ido restaurando pero para poder solicitar ayudas como entidad sin fines de lucro tenemos que rehabilitar las facilidades completamente. Estamos en ese proceso pero casi no tenemos recursos”, lamentó la rescatista.

Cada uno, una historia

Doña Evelyn, quien le tiene un nombre a cada can o felino que alberga en el santuario, recuerda con impresionante nitidez la forma en que rescató a cada uno de sus “hijos”.

“Luna es lo más agradecido que hay en este mundo. Esta perra es un amor. Esta belleza la rescaté de un parque aquí en Caguas. Una comerciante de la zona me llamó y me dijo que había una perrita puppy en el parque y que los adictos se pasaban apagándole los cigarrillos en las orejas”, recordó con tristeza sobre una simpática satita mezclada con Border Collie.

“Honey es una mezcla con pitbull y el dueño lo tenía puppy para entrenarlo para pelear. Hablé con él y me lo llevé. Después vino una persona y lo adoptó pero, como nosotros damos visitas de seguimiento, le caímos de sorpresa en la casa y lo quería para pelear también. Se lo quité y le dije que sobre mi cadáver…”, relató de dos de sus más queridos huéspedes.

Doña Evelyn no solo urgió al público a cooperar con el esfuerzo de rescatar animales abandonados y abusados sino a educar desde temprana edad a los niños sobre esta responsabilidad social y a denunciar cualquier violación a la Ley de Protección de animales.

Si desea cooperar para que el Santuario Lázaro continúe operando puede llamar al (939) 265-0648, donar a través de PayPal con el correo electrónico santuariolazaro@gmail.com o depositando a la cuenta de la cooperativa Caguas Coop, 010161222.