“Ante la duda, saluda”

Los agricultores del País están temerosos y preocupados por la falta de información, claridad y  transparencia por parte del Gobierno, respecto a la fumigación aérea con Naled.

Así lo confirmó a Primera Hora el presidente de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, Héctor Iván Cordero, quien dijo que se oponen a la asperjación del pesticida.

Sostuvo que ellos no saben cómo se va a realizar la fumigación ni cuando, y criticó el que “los mismos oficiales del ejecutivo hoy digan una cosa y mañana otra” dejándolos sumidos en la “incertidumbre y desinformación”.

“Por parte del sector agrícola eso nos preocupa y es lo que nos mueve a tomar una decisión de oponernos, porque si hubiese una unión entre todo el Gobierno en el mensaje, y desde un principio nos hubiesen traído un mensaje transparente, claro, constestando todas las interrogantes, pues quizás la posición podía ser otra”, sostuvo el ganadero.

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Sin embargo, es “toda esta incertidumbre que hay y toda esta desinformación y esta falta de transparencia” lo que los mantiene con muchas dudas y ninguna respuesta.

“Lo más que nos preocupa es el método que se va a utilizar de aspersión aérea. Por lo regular, en todas las prácticas agrícolas, las prácticas comerciales, se utilizan diferentes productos de aspersión y para estas se requiere una indumentaria y una preparación especial de las personas que van a estar envueltas”, explicó.

Argumentó que “conociendo y partiendo de lo seguro que es el protocolo para uno utilizar en la finca cualquier tipo de yerbicida, de insecticida o de químico, y entendiendo cómo son las corrientes de aire en Puerto Rico, pues el miedo que tenemos o la intriga que le da a los agricultores es el hecho de que se va a estar utilizando por avión”.

Dijo que entre las muchas dudas que tienen los agricultores está la no de saber “a que altura va a estar volando esa nave. Entendemos que va estar bajita para que pueda caer, pero qué efecto pueden tener las corrientes de aire, el movimiento que pueda tener este aerosol hacia los diferentes puntos cardinales de la Isla, cuál es la magnitud que puede alcanzar”.

Indicó que “el temor más grande que tienen los agricultores es cuál es el efecto residual que pudiese tener en las plantaciones existentes; cuál es el efecto que pudiese tener con cualquier otro producto que se haya aplicado a las plantaciones comerciales”.

También le angustia “la gente que está envuelta en el sector de la agricultura ecológica. La agricultura orgánica me preocupa grandemente. Cómo se puedan ver afectadas sus patrones de cultivo, sus patrones de cosecha con efectos residuales que pueda tener este producto”, cuestionó.

Cordero dijo que además, “hay uno de los sectores de nosotros, el sector Avícola, que se ve adversamente afectado. Es un sector que ha estado por años tratando de luchar para poder levantarse y poder abrirse como una alternativa de desarrollo agrícola, y la utilización de este producto pues pone en riesgo altamente su desarrollo”.

Confesó que “ese es otro sector por la cual nosotros levantamos la voz de alerta, de que no nos sentimos seguros con todo lo que el Gobierno ha estado presentando y ha estado exponiendo”.

Exhortó a buscar otras alternativas. “El mosquito es algo que vamos a tener siempre que lidiar con él y hay política pública que se puede establecer”

Sin embargo, dijo que “también hay que envolver sobre todo a la comunidad. Uno de los problemas grandes que tiene Puerto Rico es el paternalismo, que queremos que el Gobierno no los resuelva todo. Y somos nosotros, en nuestras casas, en nuestras fincas, en nuestras propiedades que mantenemos el  agua estancada, los criaderos de mosquitos, y si no empezamos por nosotros mismos no podemos pretender que el Gobierno lo haga todo”.

También le hizo un llamado a los agricultores “a que estén bien pendientes de todos los abastos de agua que tengan en sus fincas; específicamente los que crían ganados y tienen bebederos para los animales. Una alternativa es sembrar peces en esos bebederos, porque los peces se comen las larvas de los mosquitos y ayuda a mantener el agua libre de cualquier tipo de organismo que pueda ser contraproducente a la comunidad”.

Los ganaderos también tiemblan

Luis “Tatá” Cordero, ganadero de Hatillo, también denunció la falta de información sobre la asperjación y criticó que la secretaria de Agricultura, Myrna Comas, haya favorecido la práctica.

“Definitivamente empezamos por los seres humanos. Qúe daño nos puede hacer al aspirar ese producto en el ambiente, los que tienen asma, alergias y los efectos secundarios que se habla que causan los residuos de este producto”, sostuvo.

En cuanto al ganado, “nuestras vacas están en los pastos que posiblemente con la asperjación se van a contaminar y ellas consumen esos pastos. Así que debe haber alguna contaminación, no sé en qué cantidades, y que sea posible que llegue a a contaminar la leche”.

Sobre la posibilidad de que se los ganaderos tapen los bebederos de los animales para minimizar el impacto de la posible fumigación, Cordero cuestionó que “quién tapa el Lago Carraizo, quién tapa los lagos en Puerto Rico. Porque si tú vas a fumigar no hay nadie que pueda determinar que no pueda pasar por encima de uno de los lagos, porque están fumigando por toda la Isla. Vamos a contaminar hasta el agua que nos vamos a tomar”, sentenció.

El ganadero de Hatillo aceptó que “hay que orientar mucho más. El gobernador (Alejandro García Padilla) habla de que él va a coger lo que le digan los expertos en esta material, pero en Puerto Rico hay muchos expertos”, mencionó al confesar que “a mí me extraño muchísimo que la secretaría de Agricultura  aceptara, sin pensarlo mucho, que se fumigue, que esto no crea ningún problema”.

Aseguró que si él fuera secretario de Agricultura “lo primero que le diría al gobernador sería, ‘yo me voy a oponer aunque usted me mate’, porque es la secretaria de Agricultura y saber cómo está la agricultura en este país y los efectos que va a tener eso sobre la agricultura; estoy extremadamente sorprendido. Una persona que tiene una preparación académica vasta en asuntos de agronomía y debe saber los efectos de esto”.

Mientras, urgió que se inicie una campaña intensiva sobre el zika, y que se impacte principalmente a las mujeres embarazadas o en edad reproductiva.

“Ver cómo se puede orientar para evitar que esta población se afecte y que posiblemente gastemos mucho menos dinero y menos riesgos a la salud en general... Podrías crear una campaña directamente a esa población, que se puede ir hasta las casas y ver cómo se pueden limpiar las áreas que puedan estar contaminadas”, sostuvo.