Julie Cintrón Rivera enmudeció y sólo pudo echarle bendiciones a Iván cuando se aventuró a cruzar el río en una especie de zip line casero que inventó con su padre para llevar víveres a sus familiares y vecinos, incomunicados desde que pasó el huracán María, en lo alto de una montaña en Utuado.  

“En ese momento me pasaron tantas cosas por la mente. Pensé en lo peligroso que era, que la cuerda se pudiera partir o que viniera de momento un golpe de río. Gracias a Dios todo se hizo conforme a lo que ellos construyeron y se  logró”, narró la mujer residente de Toa Alta.

Julie, quien es asociada de ventas de una tienda por departamentos, no imaginó que el vídeo que tomó del momento en que Iván se desplaza con los alimentos en el aire en la canasta de madera tirada por una cuerda, conmoviera a tantas personas que quieren ayudar a Iván y a las familias que siguen aisladas.

“Hay demasiada necesidad en la montaña. Lo hice para crear conciencia en mis amistades y anoche casi no dormí, porque los mensajes no acababan. La gente escribiéndome tanto de aquí como de Estados Unidos. Me escribieron de Houston, Florida y de Pensilvania que quieren ayudar a estas familias. Estaba tan emocionada que empecé a contestar uno por uno los mensajes”, sostuvo en entrevista con Primera Hora.

Relató que todo comenzó con un post que colocó  en Facebook  en el que recababa ayuda a sus seguidores para llevar suministros a los pueblos de la montaña.

Detalló que su esposo Pedro se unió a la cruzada de unas 30 personas y con la ayuda de amigos y compañeros de trabajo lograron recaudar sobre 50 cajas de agua. Dijo que prepararon más de 70 compras individuales con arroz, barritas nutritivas, habichuelas, salsa, atún y pollo enlatado, galletas, avena instantánea, cereales, botellitas de agua, salchichas, vegetales mixtos y jamonilla, entre otras cosas.

Contó Julie que el domingo pasado partieron con los suministros hasta el Campamento Los Olvidados, en el barrio Río Abajo en Utuado, donde varias familias quedaron incomunicadas porque las aguas crecidas se llevaron el puente que conectaba a la comunidad. 

Dijo que también llevaron  comida preparada que repartieron en el camino y en el campamento.

Entrada la tarde, le dijo a su esposo que entraran a una de las casas del sector y allí es dijeron que más abajo había como 12 familias que casi nadie visitaba. “Encontramos las 12 familias y hasta una persona con cáncer. Les dimos alimentos y uno de mis compañeros vio de lejos la cuerda y la canasta. Una de las familias nos dijo que en el otro lado del río, habían tres familias más”, contó. Añadió que bajaron por uno de los patios y llegaron hasta la canasta. Iván estaba allí.

“No sé su apellido. Sólo sé que se llama Iván y nos dijo que allá arriba había tres casas y que entre ellos estaban sus papás. Él nos dijo que el único medio que tenían para salir a trabajar, recoger suministros y hacerlo todo era por allí (la canasta)”, sostuvo Julie.

“Me quedé, literalmente, muda. El Campamento Los Olvidados me impactó, pero cuando veo a Iván, que ellos no se detuvieron ante la necesidad, que no se quedaron al otro lado pensando y que decidieron hacer el zip line... Eso es digno de admirar”, indicó Julie.

Sostuvo que por la falta de comunicación celular, Iván no sabe que el vídeo lo han visto tantas personas y que lo quieren ayudar. “Él no tiene ni idea del revuelo que estamos causando él y yo. A lo mejor empieza a llegar gente y hasta se asustarán allá, pero me alegra tanto que haya tocado tantos corazones. Eso demuestra que en Puerto Rico los buenos somos más, que nos vamos a levantar, pero no nos podemos sentarnos a esperar”, afirmó Julie.