SAN FRANCISCO.-  Seis ciudadanos chinos, incluyendo tres con postgrados en la Universidad del Sur de California, han sido acusados por la procuraduría federal, de robar tecnología inalámbrica de un par de empresas estadounidenses.

Hao Zhang, Wei Pang y Huisui Zhang se conocieron en la universidad y conspiraron para robar tecnología de Skyworks Solutions Inc. y Avago Technologies poco después de graduarse en 2006, informaron las autoridades. Ambas empresas que cotizan en la bolsa se dedican a la distribución de chips para iPhones de Apple y manufactura de otros productos relacionados con las comunicaciones.

La imputación de 32 páginas en la que se acusa a los seis sospechosos de espionaje económico y robo de secretos comerciales fue dada a conocer luego de que Hao Zheng fuera arrestado el sábado en el aeropuerto internacional de Los Ángeles a su llegada de China para asistir a una conferencia científica. Se cree que los otros cinco implicados están en China.

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Las autoridades federales aseguran que el robo por parte de gobiernos extranjeros a las tecnologías estadounidenses es una de las principales amenazas a la economía y seguridad nacional. Se muestran particularmente preocupados por China.

El portavoz del Departamento de Estado, Jeff Rathke, dijo que el gobierno de Estados Unidos se toma el "espionaje económico" muy en serio.

"Este caso demuestra que Estados Unidos está comprometido a proteger de robos los secretos comerciales y la información de negocios de las empresas estadounidenses. Este es un tema importante para Estados Unidos", dijo el martes a la prensa en Washington.

El vocero del ministro del exterior de China, Hong Lei, dijo que el gobierno está preocupado e intenta recabar más información sobre el caso.

"China se asegurará que los derechos y privilegios legítimos del pueblo chino se resguarden de manera adecuada durante este proceso con Estados Unidos", dijo el miércoles durante una conferencia de rutina de la agencia en Beijing.

Lei aseguró que China rechaza el espionaje comercial y lo castigará.

La imputación asegura que los tres alumnos de USC comenzaron sus planes a finales de 2006 para robar los secretos comerciales de las empresas estadounidenses en las que trabajaban Hao Zhang y Pang.

Meses después de su graduación, Pang envió un correo electrónico a China para revelar el plan para utilizar los secretos comerciales robados en Estados Unidos para montar una fábrica en China que manufacture tecnología que elimine la interferencia de comunicaciones inalámbricas, se acota en la imputación. En ese mismo correo presumió que ese tipo de tecnología tenía un costo de 1,000 millones de dólares al año, tan solo en el mercado de telefonía celular.