Aunque las aerolíneas operaban con normalidad sus vuelos desde y hacia París, los viajeros que tenían planes de visitar la capital francesa reconsideraban sus opciones tras los ataques terroristas del viernes. Algunos rápidamente cancelaron sus boletos, una señal preocupante para las ramas de los viajes y el turismo.

Joe Nardozzi, un banquero inversionista de 31 años y su esposa, ambos de Nueva York, no harán el viaje de aniversario de bodas que tenían planeado este mes. "No me interesa perder la vida por un viaje a París", comentó.

Varias agencias de viajes dijeron que algunos clientes llamaron para cancelar vuelos, y un grupo que defiende los derechos de los viajeros de negocios pronosticó que varias corporaciones permitirían que aquellos empleados demasiado temerosos hagan lo mismo.

La noche del viernes, casi una decena de terroristas con armas de fuego y chalecos explosivos realizaron ataques coordinados en París que dejaron al menos a 129 personas muertas y más de 350 heridas. Los objetivos de los ataques, incluidos un café y una sala de conciertos, eran lugares que atraían a jóvenes y viajeros conocedores. El grupo Estado Islámico se adjudicó responsabilidad de los ataques.

Las decisiones de las compañías y de los turistas podrían depender de si los ataques de París son vistos como un hecho aislado o el inicio de una campaña reforzada de parte de los radicales islamistas.

El grupo Estado Islámico, que lucha en Siria e Irak, también se atribuyó haber derribado con una bomba un avión de pasajeros ruso sobre la península egipcia del Sinaí el mes pasado, aunque las investigaciones aún no determinan la causa del incidente que mató a 224 personas.

Las altas tensiones tras los ataques podían percibirse en aeropuertos europeos el fin de semana.

El turismo en la capital francesa ya había recibido un fuerte golpe a causa de otros ataques de enero, donde murieron 17 periodistas, policías y clientes en una tienda de comestibles kosher. La oficina de turismo parisina dijo que la ocupación en los hoteles cayó un 3.3% en los tres primeros meses del año, una caída que atribuyó directamente a los ataques de enero.

Antes de los ataques del viernes, la situación recién comenzaba a mejorar para la rama del turismo francés, con visitas veraniegas de turistas estadounidenses que son el grupo de visitantes extranjeros a París más grande que va a la alza significativamente.

Los nuevos ataques fueron en barrios parisinos del acomodado lado oriental de París. Esta zona había sido mencionada específicamente por funcionarios del turismo en París como parte de una reciente campaña de mejoras para el turismo en la capital.