Argelia ha abandonado en el desierto del Sahara a más de 13,000 inmigrantes en los últimos 14 meses sin agua ni comida, inclusive amenazándolos con armas de fuego, según Prensa Asociada (AP).

La mayoría se dirige a Níger, recorriendo casi 10 millas bajo temperaturas de 118 grados Fahrenheit. Otros recorren el desierto sin rumbo hasta que los recoja el equipo de rescate de las Naciones Unidas.

Los sobrevivientes relataron a AP que muchas personas simplemente desaparecían.

"Había cadáveres de mujeres, hombres… Otras personas se extravían en el desierto porque no conocen el camino", expresó Janet Kamara, quien estaba embarazada y perdió su bebé. "Todos iban a su suerte", añadió.

"Había gente que ya no podía. Se sentaron y los dejamos. Sufrían demasiado", dijo Aliou Kande, un senegalés de 18 años.

Argelia ha incrementado las expulsiones de personas luego de que la Unión Europea pidiera a los países del norte de África que impidieran a los migrantes dirigirse hacia Europa por el Mar Mediterráneo o por las barreras españolas.

Sin embargo, la Organización Internacional de las Migraciones estima que por cada migrante que murió cruzando el Mar Mediterráneo, hasta dos se pierden en el desierto. Esto potencialmente equivale a 30,000 personas desde 2014. 

La Unión Europea está al tanto de las acciones tomadas por el gobierno de Argelia, pero un representante expresó que los países soberanos pueden expulsar a migrantes si cumplen con el derecho internacional.

Según la OIM, 11,276 hombres, mujeres y niños han sobrevivido la marcha. El gobierno de Argelia ha mantenido callada la cifra de personas que han sido expulsadas al Sahara.