Damasco, Siria — Un enmascarado mató el lunes a tiros a un conocido sacerdote holandés, disparándole en la cabeza mientras estaba en el jardín de un monasterio donde vivía en la ciudad de Homs, en el centro de Siria, dijeron otro sacerdote, activistas y la prensa estatal siria.

El padre Francis Van Der Lugt, un jesuita de 75 años de la misma orden que el papa Francisco, vivía en Siria desde la década de 1960 y se negaba a irse junto con otros civiles de esta ciudad convertida en campo de batalla.

Se desconoce el motivo del ataque y hasta el momento nadie se ha responsabilizado del asesinato ocurrido en Bustan al-Diwan, un vecindario de Homs en manos de los rebeldes que desde hace más de un año está rodeado por fuerzas leales al presidente Bashar Assad.

Pero el hecho de que Van Der Lugt fue abatido en un área rebelde probablemente haga evidente el temor de muchos sirios cristianos y minorías musulmanas por el destino de sus comunidades, en caso de que el gobierno de Assad sea derrocado por los rebeldes. En el último año, rebeldes de línea dura como el Frente Nusra que simpatiza con al-Qaida han ganado influencia y dominio entre los combatientes de la oposición en la ciudad.

El reverendo Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, dijo que Van Der Lugt era "un hombre de paz, que con enorme valentía quería seguir creyendo, en una situación extremadamente arriesgada y compleja, por el pueblo sirio a quien dedicó durante mucho tiempo su vida y servicio espiritual".

Al parecer el sacerdote era el blanco directo. Un hombre entró caminando al monasterio, llegó hasta el jardín y le disparó en la cabeza, informó el reverendo Ziad Hillal, quien estaba en el convento al momento del ataque.

"Estoy verdaderamente impactado. Un hombre de paz fue asesinado", dijo Hillal en entrevista telefónica con Radio Vaticana.

La muerte de Van der Lugt fue reportada primero por Assad Nayyef, un padre en Homs, el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos y la agencia estatal de noticias siria SANA.

Un activista en la zona dijo que los rebeldes se impactaron con la noticia.

"El hombre vivía con nosotros, comía con nosotros, dormía con nosotros. No se fue aun cuando se redujo el bloqueo", dijo Beibars Tilawi vía Skype.