SAN JOSE, Costa Rica — La inclusión del activista puertorriqueño Rubén Berríos como cabeza de la delegación de Nicaragua motivó la cancelación del encuentro privado que iban a sostener los presidentes y cancilleres que asistieron a la III de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Berríos fue incluido por el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, como parte de su delegación, y le cedió un espacio en la plenaria de la CELAC para que hablara a favor de la independencia de Puerto Rico.

Esto provocó un intercambio entre Ortega y el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, quien indicó que la inclusión de Berríos afectaba las normas consensuadas por los miembros de CELAC, mientras que el nicaragüense pidió "respeto" a la voluntad de su país al ceder este espacio.

En conferencia de prensa una vez finalizada la cumbre, Solís explicó que Nicaragua insistió en incluir a Berríos en el encuentro privado entre los jefes de Estado y cancilleres, lo que provocó la protesta de varias delegaciones.

"Hicimos todo lo posible apelando a otras delegaciones que no tolerarían un retiro en esos términos, pero ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con Nicaragua, tuve que tomar la decisión de dar por terminado el retiro, para no tener un incidente con peores males", expresó Solís.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aprobó la decisión de Solís de suspender el encuentro, pues considera que se violaron los procedimientos con la actitud de Nicaragua y se marca un mal precedente.

"Se ha sentado un precedente nefasto, no podría Estados Unidos en la Cumbre de las Américas ceder el espacio a Inglaterra para hablar de las Malvinas. Con los procedimientos equivocados, se marca un precedente negativo", comentó Correa.

La III Cumbre de CELAC concluyó el jueves en Costa Rica con la aprobación de la declaración política y las "declaraciones especiales", que incluyen un voto de respaldo a Cuba en contra del embargo económico desde Estados Unidos y el apoyo al proceso de paz en Colombia.