Las autoridades argentinas desarticularon una banda que traficaba drogas con palomas mensajeras en Buenos Aires.

Durante el operativo, los policías confiscaron varias plantas de "cannabis sativa", de más de un metro de altura, gran cantidad de "picadura" de marihuana y numerosas dosis del estupefaciente.

Según las fuentes, la droga era adherida a las patas de las aves, mediante "tubitos" que eran colocados en los anillos.

En el techo de la vivienda  había un palomar, y luego se descubrió el accionar de los narcotraficantes.

De acuerdo a la investigación, la banda contaba con dos palomas entrenadas para regresar siempre al mismo punto, por lo que, cada vez que las soltaban, volvían con la marihuana.

"Consultamos a colombófilos (criadores y adiestradores de palomas) y nos dijeron que una vez entrenadas pueden hacer hasta veinte viajes por día", relató el titular de la Superintendencia de Zona Sur de la Policía Bonaerense, el comisario general Néstor LarrauriLarrauri, quien además explicó que de esta manera los traficantes "podían llevar la droga sin correr riesgos".

Larrauri dijo también que una de las palomas secuestradas llevaba atados 12 gramos de marihuana, por lo que al repetirse los viajes durante el día, podía trasladarse una "cantidad considerable".

Una vez acopiada en el nuevo domicilio, la droga era vendida al menudeo en el lugar y en distintos puntos del barrio bajo la modalidad de "delivery".