El secretario de Interior de Gran Bretaña visitaba el domingo Amesbury y Salisbury, en el suroeste de Inglaterra, para asegurar a los residentes que el riesgo para el público sigue siendo muy bajo pese al reciente envenenamiento de dos personas expuestas a una letal neurotoxina. 

Sajid Javid señaló que las dos localidades siguen abiertas a los negocios e instó a la gente a visitarlas. 

Más de 100 agentes de policía están trabajando para intentar localizar un pequeño vial que se cree que contenía la neurotoxina Novichok, que se fabricaba en la extinta Unión Soviética durante la Guerra Fría. 

La sustancia se empleó en un ataque contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia en marzo, y dos británicos están en estado crítico luego de estar expuestos a ella hace ocho días. 

Varios lugares permanecen acordonados mientras la laboriosa búsqueda sigue su curso.