Cuatro misiles cayeron la madrugada del domingo cerca del aeropuerto de la ciudad turca de Diyarbakir, en el sureste del país, que las autoridades atribuyeron a los kurdos, sin que causaran víctimas ni daños, informaron medios locales.

Los proyectiles explotaron en terrenos baldíos de los alrededores del aeropuerto y la metralla rompió algunas ventanas, informó la televisión NTV.

La policía turca emprendió una operación a gran escala en la región en busca de los autores del ataque.

El gobernador de la región de Diyarbakir, Huseyin Aksoy, informó de que la oficina policial del aeropuerto también pudo ser el objetivo de los atentados.

Añadió que, tras las medidas de seguridad adoptadas, los vuelos previstos se mantendrán.

Este ataque sucede tres días después de que el Ejército turco irrumpiera en el norte de Siria el miércoles en apoyo de unos 2,000 combatientes del Ejército Libre Sirio, que tomaron control de Yarábulus, para evitar que la ciudad fuera liberada de los yihadistas por las fuerzas kurdosirias que avanzaban hacia ella.

La operación, conocida como "Escudo del Éufrates", es apoyar al Ejército Libre Sirio (ELS) e impedir que "Unidades de Protección del Pueblo", las milicias siriokurdas, controlen la zona al oeste del río Éufrates.

Precisamente este sábado, el ejército turco sufrió su primera baja en esa operación al ser alcanzados dos de sus tanques por misiles de las milicias kurdas del YPG, informa la cadena de noticias CNNTürk.

El ataque se produjo en las inmediaciones de la ciudad de Jarábulus, liberada del grupo yihadista Estado Islámico (EI) por unidades del Ejército Sirio Libre, con ayuda de las fuerzas turcas.

Según "fuentes militares", citadas por CNNTürk, los misiles fueron disparados desde zonas controladas por las milicias kurdas, al norte de la cercana ciudad de Manbij, al oeste del río Éufrates.

Un soldado turco murió en el ataque y otros tres uniformados resultaron heridos.

Estados Unidos y Turquía exigieron tras la liberación de Jarábulus que también los kurdos se trasladen a la parte este del río Éufrates.

Turquía ha declarado la ribera oeste del río Éufrates como su "línea roja" para la presencia de milicias kurdas en la zona, ya que rechaza la creación de un territorio autónomo kurdo en el norte del Siria a lo largo de su frontera.