TORONTO. Uno era un indigente, fumaba crack y se prostituía. Otro era de una familia musulmana conservadora que no sabía que él era gay. Un tercero era un inmigrante llegado hacía poco con problemas de drogas. 

Algunas de las víctimas del presunto asesino en serie Bruce McArthur siguen ciertos patrones: Gente marginal, inmigrantes, cuya desaparición no generó demasiada atención. 

Hasta que desapareció Andrew Kinsman. Un activista gay de 49 años, ex bartender que tenía muchos amigos. Cuando desapareció súbitamente al día siguiente del desfile del orgullo gay de Toronto, sus amigos se dieron cuenta enseguida. Y la policía también. 

“Algo me dice que Bruce quería ser atrapado porque se salió del molde ese de atacar a los vulnerables”, expresó Haran Mivjayanathan, activista comunitario y director ejecutivo de la Alianza del Sur de Asia para la prevención del SIDA de Toronto. 

La policía creó una fuerza de tareas especial para investigar las desapariciones de hombres en un barrio gay tras la desaparición de Kinsman. McArthur fue detenidos seis meses después. 

La policía encontró los restos de seis hombres, pero cree que hay más víctimas. 

McArthur, un jardinero de 66 años, fue detenido el 18 de enero y acusado de los asesinatos de Kinsman y de Selim Esen, de 44 años. Ambos habían sido vistos por última vez en el barrio gay el año pasado. Esen, un inmigrante turco, llegó a Canadá para iniciar una relación de pareja con alguien que había conocido en Turquía, pero la relación no duró mucho. No tenía trabajo y era adicto a las drogas, según escribió su amigo Richard Harrop en Facebook. 

Poco después de su detención, McArthur fue acusado de otros tres asesinados, incluidos los de Dean Lisowick, un indigente con problemas de drogas que se prostituía, y Majeed Kayhan, un inmigrante afgano de 58 años casado y con hijos, cuya desaparición fue denunciada por un hijo en el 2012. Amigos afirman que Kayhan tuvo una relación sexual con McArthur. La tercera víctima fue Soroush Marmoudi, un inmigrante iraní de 50 años cuya desaparición fue denunciada por su esposa en el 2015. Sus restos fueron hallados durante la búsqueda de otras víctimas y se desconoce cuál era su relación con McArthur. 

Presuntas víctimas del asesino en serie. (AP)
Presuntas víctimas del asesino en serie. (AP)

El viernes pasado la policía anunció que estaba acusando a McArthur del asesinato de Skandaraj Navaratnam, refugiado de Sri Lanka. Amigos dicen que McArthur empleó a Navaratnam y tuvo una relación sexual con él. La última vez que se lo vio fue en el 2010, cuando salía del bar gay Zipperz, actualmente cerrado. El perfil de McArthur en Facebook confirma que era amigo de Navaratnam. 

La desapareición de Lisowick, un cuarentón, ni siquiera había sido denunciada. 

“Era un individuo solitario”, dijo Jeff Tunney, un amigo que le alquiló parte de su departamento a Lisowick durante dos meses. “No conocía mucha gente. Le costaba confiar en la gente, y ahora entiendo por qué”. 

Cuando despareció Kinsman en junio, en cambio, sus amigos organizaron muchas búsquedas. Pronto supusieron que estaba muerto. Dos días después de su desaparición ingresaron a su departamento y encontraron a su gato. 

“Nunca se hubiera ido sin su gato”, expresó su hermana Patricia Kinsman. “No le escapaba a sus responsabilidades. No había sacado la basura. Ahí me di cuenta”. 

Todd Healey, ex compañero de departamento y de trabajo de Kinsman, lo describe como una persona por momentos agria y gruñona si alguien no le caía bien, pero buen amigo. 

“Era muy conocido. Cuando vimos su rostro en los afiches de personas desaparecidas nos preguntamos ‘¿qué está pasando aquí?’”, señaló Charled Cuschieri, otro amigo. 

La policía indicó que Kinsman y McArthur tuvieron una relación sexual. 

“Me asombra el que Bruce se haya salido con la suya” tanto tiempo, dijo Healey. “Si Bruce atacaba mayormente gente marginal, Andrew obviamente fue un error. O quería ser pillado”. 

La policía encontró restos de al menos seis hombres en macetas de una casa donde McArthur guardaba las cosas con que arreglaba jardines. 

McArthur no respondió a las acusaciones. Está siendo vigilado ante la posibilidad de que intente suicidarse. Debe presentarse a una vista judicial el miércoles. Edward Royle, abogado de McArthur, se ha negado a hablar del caso y no respondió a mensajes pidiendo comentarios durante el fin de semana. 

La policía creó una fuerza de tareas en el 2012, después de la desaparición de Navaratnam, Kayhan y Abdulbasir Faizi, un afgano. Los tres son del sur de Asia o del Medio Oriente y frecuentaban bares gay. Un pariente de Faizi dijo que este no le había informado a su familia que era gay. 

Empleado de una firma impresora, Faizi desapareció el 29 de diciembre del 2010. Su familia, que es musulmana, ingresó a su computadora para ver si encontraba alguna pista y se sorprendió al ver que Faizi frecuentaba saunas del barrio gay, que estaba en aplicaciones para gente que busca compañía y que se contactaba con hombres mayores, corpulentos. La policía asoció a McArthur con esos portales. 

Cuando los familiares de Faizi acudieron a la policía, las autoridades dijeron que probablemente se había ido porque quería otra vida. La esposa se divorció, pensando que la había abandonado con sus dos hijas. 

“Nadie lo buscó”, aseguró un pariente que no quiso ser identificado porque la familia no lo había autorizado a hablar en público. 

Vijayanathan, el activista comunitario, cree que la policía no tenía pistas hasta que desapareció Kinsman, un hombre blanco, prominente en la comunidad. 

“Hasta entonces, todos los hombres del sur de Asia que habían desaparecido estaban en un segundo plano y nadie les prestó atención. Hasta que pasó algo en la comunidad blanca”, dijo Vijayanathan.