Miles de personas, lideradas por las iglesias católica y evangélica, protestaron el domingo en contra del aborto, justo cuando en Guatemala se discuten dos iniciativas de ley, una que restringe los derechos de la comunidad gay y otra que pide protección a niñas violadas y en la que se incluye despenalizar el aborto en esos casos. 

La marcha concentró a unas 15 mil personas, muchas de las cuales fueron transportadas en autobuses desde parroquias e iglesias evangélicas. 

Entre cantos religiosos y el himno nacional, los guatemaltecos vistieron camisa blanca, pantalón azul, así portaban la bandera de Guatemala y pancartas con leyendas como “sí a la vida, no al aborto”. 

El Congreso de la República tiene pendiente discutir la iniciativa 5272, “Ley para la Protección de la vida y la familia”, que criminaliza la homosexualidad, considerándola “incompatible con los aspectos biológicos y genéticos del ser humano”. También prohíbe a las entidades educativas promover programas que informen sobre la diversidad, la ideología de género o enseñar conductas sexuales distintas a la heterosexualidad. Esta propuesta de ley también criminaliza con prisión de 2 a 4 años a una mujer que “cause su propio aborto”. 

Human Rights Watch pidió la semana pasada rechazar la iniciativa de ley, a la que calificó de “extremadamente peligrosa... que cercenaría gravemente los derechos de las mujeres y personas LGBT en el país”. Agregó que el proyecto es abiertamente discriminatorio al criminalizar el aborto y exponer a procesos penales a las mujeres que sufran abortos espontáneos.