El Cairo. Millones de musulmanes en Oriente Medio comenzaron hoy a celebrar el Aíd al Fitr, la festividad que pone fin al mes sagrado de ramadán, marcado por un ambiente festivo por el inicio del Mundial de Rusia.

Las calles de Egipto se llenaron de una atmósfera festiva preparándose para ver el partido de la selección de "los faraones", que juega hoy contra Uruguay tras 28 años de ausencia en el torneo.

Muchos egipcios, ataviados algunos de ellos con la camiseta de su estrella y jugador de la selección Mohamed Salah, salieron a dar un paseo por los jardines de El Cairo tras el primer rezo del día, esperando impacientes el debut del equipo.

Muchos egipcios mezclan la fiesta sagrada con el juego de su selección, capitaneada por Mohamed Salah, al centro. (AP)
Muchos egipcios mezclan la fiesta sagrada con el juego de su selección, capitaneada por Mohamed Salah, al centro. (AP)

A pesar del mal resultado de ayer en el partido inaugural de Arabia Saudí contra Rusia (5-0), los saudíes aprovecharon también el ambiente festivo del torneo para acudir a espectáculos de circo, obras de teatro, festivales, entre otros, que comenzaron hoy en una veintena de provincias del reino.

Estos eventos han sido auspiciados este año por la Autoridad saudí de Entretenimiento, que decidió llamarlos "De Riad a Rusia", donde también actúan muchos cantantes apoyando a la selección saudí.

Asimismo, han aprovechado que el rey saudí, Salman bin Abdelaziz, ha ordenado este año la extensión de las vacaciones del Aíd, ya que antes se suponía que los funcionarios del Gobierno reanudarían su trabajo el próximo miércoles, pero la orden real lo ha retrasado hasta el próximo domingo.

En el Líbano, un crisol de 18 comunidades religiosas, los cristianos acuden a los hogares de sus colegas musulmanes para felicitarlos y compartir el desayuno del día, siempre acompañado de una variedad de dulces árabes.

El primer ministro libanés, Saad Hariri, se disculpó por no poder estar en su país durante la fiesta más simbólica para los fieles, ya que se encuentra en Rusia siguiendo el Mundial.

Por otro lado, unas protestas históricas en las calles de Jordania contra un polémico proyecto de ley, que acabaron derrocando el gabinete del anterior primer ministro, Hani al Mulqui, han marcado el Ramadán.

Ahora, tras haber conseguido que el nuevo gobierno encabezado por el economista Omar al Razaz retirase esa reforma tributaria, los jordanos esperan que la ayuda económica de los países del Golfo aportada hace unos días alivie la crisis económica a la que se enfrentan.

En un ambiente austero por la grave crisis económica que también sufre Sudán, muchos de sus ciudadanos no han podido comprar lo básico para este día, en el que se suelen hacer regalos a los niños, por la subida de los precios y la falta de liquidez en los bancos.

El funcionario sudanés Mohamed Ozman dijo a Efe que solo ha podido comprar "una bolsa de dulces y dátiles" para esta celebración, y que tuvo que prescindir de comprar ropa nueva para sus hijos.

Sin embargo, la situación en Siria sigue prácticamente igual de mal para los civiles, pese a estar en un día festivo, ya que hoy las fuerzas del régimen sirio bombardearon la provincia meridional de Deraa, que dejó hasta ahora cinco muertos, entre ellos dos menores de edad, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y la Defensa Civil siria, grupo conocido como "los cascos blancos".

Un escenario igual de trágico es el que se vive en el Yemen, que sufre la peor crisis humanitaria en el mundo, según la ONU, ya que los civiles se encuentran atrapados en medio de un conflicto desde hace más de tres años.

De hecho, se teme que la ofensiva que se desarrolla ahora contra la estratégica ciudad de Al Hudeida, a orillas del mar Rojo, pueda afectar a unas 600.000 personas.

No obstante, en Irak, se vive con alegría por ser el primer Aíd que se celebra tras la "derrota" anunciada por el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, el pasado diciembre del grupo yihadista Estado Islámico (EI), tras ocupar durante tres años el territorio. 

El Cairo, 15 jun (EFE).- El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, rezó hoy la oración del Aíd al Fitr, la festividad que pone fin al mes sagrado de ramadán, con los hijos de los oficiales "mártires" del Ejército y la Policía, según la agencia oficial de noticias, MENA.

Al rezo acudieron el nuevo primer ministro, Mustafa Madbuli, el imán de Al Azhar -la institución más importante del islam suní-, Ahmed al Tayeb, así como otros representantes políticos y líderes religiosos.

"Estamos felices con vosotros, llenáis el mundo con una bendición", dijo Al Sisi a los menores, que iban vestidos de uniforme militar, según la agencia estatal.

Desde el pasado febrero, las unidades castrenses egipcias llevan a cabo una ofensiva en el centro y el norte de la península del Sinaí (noreste), donde tiene su base la filial egipcia del grupo Estado Islámico (EI).

Al Sisi centró sus esfuerzos sus primeros cuatro años al frente del país en la lucha contra el terrorismo, después de que apartara del poder al grupo islamista Hermanos Musulmanes con el golpe de Estado del 3 de julio de 2013 en el que fue derrocado el presidente Mohamed Mursi, vinculado a dicha organización.