En medio de un tenso ambiente político, por primera vez una pareja homosexual se casó en Francia y los dos hombres celebraron sus nupcias con un largo beso.

Los hombres se casaron en la ciudad de Montpellier, en el sur del país, en una ceremonia oficiada por la alcaldesa Helene Mandroux.

Cientos de invitados, entre ellos un ministro del gobierno, asistieron a la ceremonia, que fue transmitida en vivo a todo el país. Cientos de personas acudieron a la plaza frente al edificio.

Mandroux llamó a la ley que legalizó el matrimonio homosexual "un paso en la modernización de nuestro país".