Jerusalén - Cientos de ultraortodoxos judíos se enfrentaron hoy a la Policía israelí en Jerusalén y en la localidad de Bnei Brak, al sur de Tel Aviv, durante una protesta por el arresto de un joven de esta comunidad que se negó a presentarse al servicio militar obligatorio.

Los "haredim" cortaron el tráfico en varias arterias principales de ambas ciudades, quemaron contenedores y lanzaron piedras, botellas y otros artefactos contra los agentes, que arrestaron a cinco personas en Jerusalén.

"Policía a caballo controló la situación en Jerusalén, donde los congregados lanzaron piedras y quemaron contenedores", explicó a la prensa el portavoz de la Policía, Miki Rosenfeld.

Israel aprobó semanas atrás un polémica ley que obliga a los jóvenes ultraortodoxos a cumplir el servicio militar obligatorio como el resto de los ciudadanos, tres años en el caso de los hombres y dos en el de las mujeres.

La normativa, que no entrará en vigor plenamente hasta 2017 e incluye varias exenciones, acabó con más de 65 años de privilegios de esta comunidad dedicada exclusivamente al estudio de los textos sagrados y en la que los hombres raramente trabajan.

La aprobación causó que cientos de miles de "haredim" tiñeran de negro Jerusalén y colapsaran durante un día la ciudad santa en señal de duelo y protesta.

Según datos oficiales, los ultraortodoxos constituyen el 11 por ciento de la población israelí, y son una comunidad muy variada, que incluye grupos que viven del Estado y otros que rechazan incluso la legitimidad de Israel.

Su ausencia voluntaria del mercado de trabajo, unida a su limitada educación y a su rápido desarrollo demográfico, son, según un reciente estudio del Fondo Monetario Internacional, un lastre y un peligro para el crecimiento y el sostenimiento de la economía israelí.