PARIS— El único sospechoso sobreviviente de los atentados del pasado noviembre en París estaba citado a comparecer el jueves ante un juez antiterrorista para ser interrogado. El acusado ha rechazado declarar en otras ocasiones como protesta por la vigilancia de video las 24 horas en su celda.

Las autoridades esperan que Salah Abdeslam pueda proporcionar información sobre las estrategias y redes del grupo extremista Estado Islámico e identificar a otras personas que podrían estar relacionadas con los atentados del 13 de noviembre que causaron 130 muertos en la capital francesa.

A su llegada a la vista, el abogado de Abdeslam, Franck Berton, no indicó si su cliente hablaría con los investigadores esta vez. Un helicóptero sobrevoló el Palacio de Justicia, en el centro de la ciudad, a la llegada del convoy que trasladaba al sospechoso.

Abdeslam guardó silencio en una vista en mayo y se negó a acudir a otra en julio. Su abogado alegó que las dos cámaras de seguridad que graban en vivo en su prisión de Fleury-Merogis podrían causarle daños psicológicos, pero la máxima autoridad administrativa francesa rechazó ordenar su retirada. Las autoridades judiciales sostienen que la vigilancia es necesaria para verificar que no se suicida.

El sospechoso, de 26 años, dijo en un primer momento que quería explicar su radicalización y su papel en los atentados del 13 de noviembre contra la sala de conciertos Bataclan, cafeterías y el estadio nacional. Los otros responsables fallecieron en ataques suicidas o a manos de la policía.

El papel exacto de Abdeslam en la trama nunca ha estado claro. La fiscalía de París dijo que esa noche iba equipado como un suicida, pero descartó sus planes y huyó.

Abdeslam evitó a la policía durante cuatro meses, pero fue detenido en marzo en el vecindario de Bruselas donde creció. Más tarde fue extraditado a Francia y fue acusado provisionalmente de varios caros de terrorismo.