París.- Un tribunal francés condenó hoy a un hombre de 76 años por ordenar un secuestro como parte de una misión de décadas para vengar la muerte de su hija, pero dejó en suspenso su sentencia a un año de prisión.

El fallo de hoy en la ciudad de Mulhouse pone fin a una saga legal que comenzó después que Kalinka, de 15 años, murió en Alemania en 1982.

El padre de la jovencita, Andre Bamberski, sospechó que el padrastro de la menor, Dieter Krombach, le aplicó a la niña una inyección peligrosa para violarla, una inyección que al parecer le causó la muerte.

Un tribunal francés condenó a Krombach en ausencia, pero un tribunal alemán dijo que las pruebas eran insuficientes para demostrar su culpa y se negó a extraditarlo.

Por eso en 2009, Bamberski se tomó justicia por propia mano y contrató a dos hombres para que trajeran a la fuerza a Krombach a Francia para enfrentar juicio. Krombach fue atado y arrojado cerca de un tribunal francés. Más adelante fue condenado por "violencia intencional que condujo a muerte no intencional". Ahora, a los 79 años, cumple una sentencia a 15 años en una prisión francesa.

Hoy, el tribunal de Mulhouse condenó a Bamberski por organizar el secuestro y le impuso una sentencia en suspenso de un año de prisión, según la magistrada Marie-Helene Calvano. Dos hombres fueron condenados por llevar a cabo el secuestro y sentenciados a un año de cárcel.

Bamberski enfrentaba una pena posible de hasta diez años de prisión.

A Krombach le suspendieron la licencia para practicar medicina después de ser condenado en 1997 por drogar y violar a una niña de 16 años en su consultorio. Se declaró culpable.