Seúl.- Corea del Norte descartó hoy la oferta de diálogo de Seúl, mientras la región aguarda un posible lanzamiento de misiles por parte del régimen comunista coincidiendo con la celebración mañana del aniversario de su fundador, Kim Il-sung.

En una nota publicada hoy por la agencia estatal de noticias norcoreana KCNA, Pyongyang calificó la oferta de diálogo brindada esta semana por la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, de "cáscara vacía" y "estratagema astuta para ocultar la política de Corea del Sur dirigida a la confrontación".

Park dijo el pasado jueves que tenía intención de "hablar con Corea del Norte" para mejorar el tenso ambiente que sacude la península coreana a raíz de la intensa campaña de amenazas bélicas llevada a cabo por parte Pyongyang desde hace más de un mes.

En este sentido, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, que se encuentra de viaje en Asia oriental, se mostró hoy en Tokio de acuerdo con la propuesta de Park.

Durante una rueda de prensa en la capital japonesa, Kerry insistió en que es necesaria una "resolución pacífica" para la tensa situación que vive la zona debido a las amenazas bélicas lanzadas desde marzo por Corea del Norte.

El responsable de la diplomacia estadounidense aseguró que su país "hará lo que haga falta para defender a sus aliados Japón y Corea del Sur de las amenazas norcoreanas", pero apuntó que su país prefiere la mesa de negociación como fórmula para resolver el conflicto.

A través de un comunicado conjunto con Pekín, Kerry ya defendió ayer la vía pacífica y la desnuclearización de la península como vías para solucionar el conflicto.

El endurecimiento en la retórica del régimen comunista se remonta a principios de marzo, cuando la ONU amplió sanciones contra Corea del Norte por su prueba nuclear de febrero.

Desde entonces, el régimen ha amenazado de manera ininterrumpida e insistente a Corea del Sur y EE.UU., con los que sigue técnicamente en guerra desde hace más de seis décadas, y ha condenado los ejercicios conjuntos que ambos aliados realizan en este momento y hasta finales de abril como cada año en la península.

La nota de KCNA, que recogía declaraciones de un portavoz del Comité norcoreano para la Reunificación de Corea, consideró que dichas maniobras militares, en las que Washington incluyó aviones y navíos con capacidad para efectuar ataques nucleares, son las responsables del clima de tensión que se vive estos días.

"Bajo estas circunstancias, ¿es posible llevar a cabo un diálogo? Ese diálogo no tendría ningún sentido", concluyó la nota.

En el marco de su campaña y para alimentar la incertidumbre en la región, Pyongyang ha anunciado en el último mes que cancela unilateralmente el alto el fuego que puso fin a la guerra entre las dos Coreas en 1953 y que reiniciará su programa nuclear de enriquecimiento de uranio.

También ha suspendido por el momento las operaciones en el parque industrial intercoreano de Kaesong y, según imágenes tomadas por satélite, movilizó a principios de esta semana misiles de corto y medio alcance en su costa oriental.

La inteligencia surcoreana considera que Pyongyang podría realizar próximamente a modo de prueba uno o varios lanzamientos para conmemorar el aniversario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung, que se celebra mañana y que supone la mayor festividad en Corea del Norte, donde se le llama "Día del Sol".

Debido a los preparativos para el señalado día, el ambiente hoy en Pyongyang se mostró relajado y festivo, sin signos tangibles que apunten a un lanzamiento inminente, según informaciones remitidas por la oficina que la agencia de noticias japonesa Kyodo tiene en la capital norcoreana.

Grupos de ciudadanos elegantemente vestidos depositaron flores frente a las efigies de Kim, que falleció en 1994, mientras banderitas nacionales y otros símbolos conmemorativos decoraron las calles principales de la ciudad, por donde hoy se disputó una maratón con participantes de una decena de países, señaló Kyodo.

La mayoría de los expertos de Corea del Sur creen que el régimen comunista liderado por Kim Jong-un, nieto de Kim Il-sung, no tiene intención de iniciar una guerra y emplea sus amenazas como estrategia para reforzar la posición de su Gobierno totalitario dentro del país y ante el exterior.

El propio Kim Jong-un lleva dos semanas sin aparecer en público, algo bastante frecuente en el seno del país más hermético del mundo, aunque se espera que presida mañana el desfile militar que el régimen suele realizar cada 15 de abril en Pyongyang para rendir culto a Kim Il-sung y a sus descendientes.