SEÚL, Corea del Sur. Corea del Norte lanzó el lunes un misil de corto alcance que cayó en aguas de la zona económica de Japón, una prueba que según funcionarios surcoreanos y japoneses podría tener menos que ver con el perfeccionamiento de su tecnología balística y más que mostrar a las fuerzas de Estados Unidos y Corea del Sur que puede atacar a voluntad. 

El lanzamiento del lunes fue el noveno de un misil balístico realizado este año por Pyongyang. El supuesto misil tipo Scud recorrió cerca de 450 kilómetros (280 millas) antes de caer en aguas de la zona económica marítima exclusiva de Japón, ubicada a unas 200 millas náuticas de la costa japonesa, afirmó Yoshihide Suga, secretario de gabinete japonés. 

Fue el más reciente de una serie de lanzamientos registrados en momentos en que Corea del Norte busca construir misiles intercontinentales con ojiva nuclear capaces de llegar a territorio continental estadounidense. El lunes hubo la habitual ronda de condenas de Washington y los vecinos de Corea del Norte. 

Corea del Norte ya posee misiles confiables de corto alcance, por lo que podría haber sido lanzado más para enviar un mensaje militar y político que como una prueba crucial de tecnología que todavía no haya perfeccionado. 

Eso plantea la posibilidad de que Corea del Norte haya tratado de utilizar la prueba para demostrar que puede golpear objetivos de Estados Unidos y enfatizar su desafío a la presión liderada por Estados Unidos hacia sus programas de misiles y nucleares. Esa presión de Occidente ha incluido amenazas vagas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la llegada de poderosos equipos militares estadounidenses a aguas coreanas. 

Los misiles Scud son capaces de atacar a soldados estadounidenses en Corea del Sur, por ejemplo. Dos misiles desarrollados recientemente y que fueron probados este mes tienen alcances potenciales que podrían llegar a Japón, Guam e incluso, de acuerdo con algunos analistas surcoreanos, Alaska. 

Se cree que Corea del Norte aún está a varios años de su objetivo de ser capaz de atacar ciudades en la parte continental de Estados Unidos mediante un misil balístico intercontinental nuclear. Sin embargo, cuenta con un fuerte arsenal de misiles de corto y mediano alcance y trabaja para perfeccionar sus misiles de más largo alcance. 

De momento la prensa estatal norcoreana no hizo comentarios. Sin embargo, un día antes, Corea del Norte informó que su líder Kim Jong Un había atestiguado la prueba exitosa de un nuevo tipo de sistema de arma guiada contra aeronaves. El reporte no reveló cuándo se realizó la prueba. 

La Agencia Noticiosa Central Coreana citó a Kim ordenando a funcionarios que produzcan el sistema masivamente y lo envíen por todo el país para "arruinar totalmente el sueño loco del enemigo de tener el dominio aéreo". 

Los programas nuclear y de misiles de Corea del Norte son quizá los retos más grandes de política exterior para los nuevos líderes de Washington y Seúl. 

En sus declaraciones públicas, Trump ha alternado belicosidad y adulación. Sin embargo, su gobierno aún trabaja para solidificar una política para hacer frente a las ambiciones nucleares de Corea del Norte.