SEÚL, Corea del Sur— Corea del Norte lanzó el domingo un misil balístico de medio alcance desde una zona al norte de su capital, Pyongyang, según las autoridades surcoreanas. Podría tratarse de una nueva prueba armamentística en un país que acelera su desarrollo nuclear y de armas. 

El proyectil se lanzó desde una zona en torno a Puckhang, en la provincia de Phyongan, y voló hacia el este unas 310 millas, según el Estado mayor surcoreano, que no dio más detalles en un primer momento. 

La Casa Blanca dijo estar al tanto de que Corea del Norte había lanzado un misil balístico de medio alcance. 

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El dispositivo, de una clase que Pyongyang ya había probado en febrero, tiene un rango más corto que los misiles probados por el país en sus últimos ensayos, señalaron funcionarios estadounidenses que acompañaban al presidente, Donald Trump, a un viaje a Arabia Saudí. 

“Corea del Sur y Estados Unidos analizan de cerca el lanzamiento para obtener más información”, indicó en un comunicado el Estado mayor de Corea del Sur. “Nuestro ejército monitorea estrechamente al ejército norcoreano (para identificar) cualquier nueva provocación y mantener la capacidad de respuesta”. 

El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, celebró una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Azul, sede oficial de la presidencia, acerca del lanzamiento, según su oficina. 

El lanzamiento se produjo una semana después de que Corea del Norte probara con éxito un nuevo misil de medio alcance que según Pyongyang podría llevar una cabeza nuclear pesada. Los expertos señalaron que ese cohete voló más alto y durante más tiempo que cualquier otro probado por Corea del Norte, y que en un futuro podría alcanzar lugares tan distantes como Alaska o Hawai. 

Corea del Norte hizo dos pruebas nucleares el año pasado, lo que podría haber mejorado sus conocimientos para fabricar armas nucleares lo bastante pequeñas como para transportarlas en misiles de largo alcance. El país también ha probado varios cohetes y sigue aumentando su arsenal de armas balísticas, que también incluyen misiles de medio alcance con combustible sólido que podrían salir de lanzacohetes portátiles en tierra o desde submarinos. 

Estos ensayos suponen un difícil desafío para el nuevo presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, un progresista que asumió el cargo el 10 de mayo y ha expresado su deseo de acercamiento con Corea del Norte. La agresiva campaña de Pyongyang por avanzar en su programa de armas también la convierte en una de las principales preocupaciones de política exterior para el gobierno de Trump. Sin embargo, Washington no ha logrado establecer una política al respecto.