A solo tres semanas de las elecciones legislativas argentinas, la presidenta Cristina Fernández debe seguir un mes de reposo por una lesión cerebrovascular, según diagnosticaron hoy los médicos que la atendieron en un hospital de Buenos Aires.

La mandataria sufre una "colección subdural crónica" que la obligará a suspender su actividad habitual durante 30 días, de acuerdo con un comunicado difundido tras la revisión médica a la que se sometió en la Fundación Favaloro, donde estuvo ingresada durante unas ocho horas.

Fernández, según reveló hoy la Presidencia argentina, sufrió el pasado día 12 de agosto un traumatismo de cráneo que obligó a realizarle una tomografía computerizada de cerebro que resultó "normal" y que no había tenido complicaciones hasta ahora.

La presidenta, de 60 años, acudió hoy al hospital para realizarse "un estudio cardiovascular por una arritmia en estudio, y debido a que presentó un cuadro de cefalea, se solicitó su evaluación neurológica al Instituto de Neurociencias" de la Fundación, agregó el comunicado leído por el portavoz presidencial, Alfredo Scoccimarro.

Tras la revisión médica, Cristina Fernández, acompañada de su hija Florencia, se retiró a la residencia oficial de Olivos, en la periferia norte de la capital argentina.

De acuerdo con la agencia OPI Santa Cruz, tras conocer el diagnóstico de la presidenta, su hijo Máximo voló desde la sureña provincia de Santa Cruz (sur) a Buenos Aires para acompañarla en estos días.

Según medios locales, Cristina Fernández se sometió por última vez a un chequeo el pasado 12 de agosto, cuando sufrió el traumatismo craneal, al parecer producto de una caída.

La presidenta argentina, que padece problemas de tensión que periódicamente la obligan a reposar, se sometió en enero de 2012 a una operación en la que le extirparon la glándula tiroidea y que la mantuvo durante tres semanas apartada de su actividad habitual.

De acuerdo con la Constitución argentina, en ausencia de la mandataria sería el vicepresidente, Amado Boudou, quien asumiría la Presidencia de forma temporal, aunque fuentes oficiales no han adelantado detalles sobre el nivel de actividad que mantendrá la Fernández.

Algunos analistas locales se adelantaron esta noche a apuntar que Cristina Fernández se limitará a atender sólo cuestiones indispensables de Gobierno, aunque no está claro si delegará en Boudou, que enfrenta un intenso desgaste público por su presunta relación con escándalos de corrupción.

La enfermedad ha sorprendido a la presidenta en plena campaña electoral para los comicios legislativos del próximo 27 de octubre, en los que las encuestas pronostican un varapalo para el oficialismo.

En las últimas semanas, Fernández había mantenido una intensa actividad pública y una importante presencia en la campaña electoral para tratar de recortar la ventaja, superior a 10 puntos, que las encuestas conceden a sus adversarios políticos frente al candidato oficialista en la provincia de Buenos Aires.

Precisamente su última aparición pública, el viernes, fue en la localidad bonaerense de La Matanza, el mayor distrito electoral del país y tradicional bastión peronista.

Cristina Fernández perdió en octubre de 2010 a su esposo y antecesor en el cargo, Néstor Kirchner, que falleció en la residencia familiar de El Calafate (Santa Cruz), víctima de un infarto masivo.