El número de personas que cruzan la frontera sin autorización de Estados Unidos a Canadá común aumentó de junio a julio, pero permaneció muy por debajo del flujo de hace un año. 

El departamento de inmigración de Canadá dijo esta semana que la Real Policía Montada de Canadá interceptó a 1,634 migrantes el mes pasado. Eso representa un aumento respecto a los 1,263 de junio, pero muy por debajo de los 3,134 que fueron detenidos en julio de 2017 o el récord de 5,712 en agosto del año pasado. 

Los funcionarios canadienses dicen que la situación económica no es un argumento aceptado para solicitar asilo y que muchos que cruzan la frontera sin autorización no recibirán el permiso para quedarse. 

“Aunque estos números son prometedores, los canadienses esperan que todos los niveles del gobierno trabajen juntos para cumplir con sus obligaciones internacionales y humanitarias”, dijo Mathieu Genest, vocero del ministro de inmigración canadiense. 

El gobierno invierte para mejorar la seguridad fronteriza y acelerar el proceso de peticiones de asilo, agregó. 

Michelle Rempel, del Partido Conservador, opositor y crítico de la inmigración, señaló que las cifras entre enero y agosto subieron este año comparado con el mismo periodo el año pasado. 

El aumento de migrantes en Canadá comenzó el año pasado poco tiempo después de que el gobierno de Donald Trump anunciara planes de retirar el estatus de protección temporal para los individuos que viven en Estados Unidos provenientes de ciertos países, incluidos Haití y El Salvador. 

Muchos de los migrantes dicen que han dejado Estados Unidos por temor a ser deportados debido al aumento del control inmigratorio del gobierno de Trump y creyendo que Canadá les daría automáticamente la residencia, sólo para experimentar una dura realidad a su llegada. 

De las 3,462 solicitudes cuyo proceso concluyó entre febrero de 2017 y marzo de 2018, sólo 36% fueron aprobadas. El departamento de inmigración dijo que 1,257 fueron rechazadas, mientras que otras fueron abandonadas o retiradas por otros motivos. 

Rempel culpó parte del influjo a los tuits de enero de 2017 del primer ministro canadiense Justin Trudeau que daban la bienvenida a los migrantes. Trudeau reaccionó al veto de Trump a la entrada de musulmanes de ciertos países con un tuit que decía: “A los que estén huyendo de la persecución, el terrorismo y la guerra, los canadienses les darán la bienvenida, sin importar cuál sea su religión. La diversidad es nuestra fuerza #BienvenidosaCanadá”.