Cuatro personas más, entre ellas un misionero y un voluntario de Cruz Roja que trabajaron recientemente en Africa, fueron hospitalizadas el jueves en España por sospecha de padecer ébola, mientras la salud de la enfermera infectada mejora.

Las autoridades de salud informaron que el paciente más reciente es un misionero que regresó el 11 de octubre de Liberia. El sacerdote, que tiene fiebre, es miembro de la orden hospitalaria San Juan de Dios, a la que también pertenecían los dos religiosos repatriados desde Africa fallecidos en agosto y septiembre en Madrid.

Además, un voluntario de Cruz Roja que volvió a España hace ocho días después de atender a pacientes con ébola en Sierra Leona fue ingresado en el Hospital de la Candelaria de Tenerife, en las Islas Canarias. El hombre, de 40 años, tiene fiebre. Las dos personas que vivían con él fueron aisladas en el mismo centro sanitario.

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Otro de los pacientes es el pasajero de un avión de la compañía Air France que cubría la ruta París-Madrid con 163 personas a bordo. El hombre embarcó originalmente en Lagos, Nigeria, y durante el vuelo a la capital española presentó un cuadro febril y temblores. Las autoridades aislaron la aeronave a su llegada al aeropuerto de Madrid como medida de seguridad.

El pasajero fue examinado por un equipo médico y se ordenó su hospitalización. El resto del pasaje y la tripulación fueron autorizados a desembarcar con normalidad después de facilitar datos de contacto.

El último caso es el de una mujer que se relacionó con la enfermera española Teresa Romero antes de su hospitalización el 6 de octubre. La paciente, que está catalogada como contacto de "bajo riesgo", presentó el jueves un cuadro febril superior a los 37.7 grados.

Menos el paciente de Tenerife, las otras tres personas fueron ingresadas en el hospital Carlos III de Madrid, al igual que Romero y los otros 15 pacientes bajo vigilancia. En las próximas horas se les realizará un primer análisis de sangre para determinar si están infectados.

Fernando Simón, coordinador de alertas y emergencias del Ministerio de Sanidad, explicó que Romero "está siendo capaz de controlar la infección y eso es un signo positivo". Simón dijo que los órganos afectados durante el proceso infeccioso también se recuperan.

Para considerarse plenamente curada, Romero debe dar negativo por ébola en dos analíticas realizadas con al menos 48 horas de diferencia. La auxiliar de enfermería se contagió durante la atención al misionero repatriado de África en septiembre y presentó los primeros síntomas de la enfermedad 16 días atrás.

"Tenemos que ser cautos hasta el último momento y aunque hay claros signos de esperanza no conviene lanzar las campanas al vuelo", dijo en rueda de prensa. "La carga viral es muy baja, pero todavía no negativa", añadió.

Simón señaló que los 15 pacientes que tuvieron contactos de "alto riesgo" con Romero siguen sin síntomas y aislados en el Carlos III.