La Habana.-  Los dos niños pequeños que fueron secuestrados por sus padres en Miami antes de llevárselos en yate a Cuba partieron de suelo cubano y estaban en camino "a su casa", sanos y salvos, dijeron el miércoles diplomáticos estadounidenses en La Habana.

"Nos gustaría expresar nuestro agradecimiento a las autoridades cubanas por su amplia cooperación para resolver rápidamente esta peligrosa situación", dijo en un comunicado la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana.

El texto no mencionó si los padres también habían partido hacia suelo norteamericano, pero el gobierno cubano había asegurado el martes que estaba dispuesto a entregar a la pareja de estadounidenses a las autoridades norteamericanas.

Según las autoridades estadounidenses, la pareja de Florida presuntamente secuestró a sus dos hijos pequeños de la casa de los padres de ella, al norte de Tampa, antes de huir en el yate hacia La Habana. Los abuelos maternos de los niños —Cole Travis Hakken, de cuatro años; y Chase Julian Hakken, de dos años— recibieron la semana pasada la tutela permanente de los menores.

El padre de los menores perdió la custodia de sus hijos tras ser arrestado con drogas en Luisiana en 2012. Posteriormente trató de llevárselos de una casa temporal a punta de pistola.

Horas antes el martes, la subdirectora para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Johana Tablada, dijo en una declaración escrita que las autoridades cubanas se pusieron en contacto con las del país vecino para "entregar" a los estadounidenses Joshua Michael Hakken, su esposa Sharyn Patricia Hakken y sus dos hijos menores. El comunicado fue enviado a medios de prensa extranjeros en la isla.

"A partir de las informaciones de prensa que asocian al matrimonio Hakken con un caso de secuestro de menores, las autoridades cubanas comunicaron la presencia de estas personas en Cuba", explicó la declaración de la cancillería.

Según el reporte de las autoridades cubanas, los cuatro estadounidenses arribaron a la bahía de La Habana el domingo 7 de abril a las 3.20 pm a bordo del yate "Salty Paw", de bandera estadounidense.

Posteriormente, explicó la nota oficial, a primera hora del 8 de abril la cancillería informó a la Sección de Intereses de Estados Unidos en esta capital y al Departamento de Estado en Washington.

Un reportero de The Associated Press vio a la familia temprano el martes junto a su barco en la Marina Hemingway, al oeste de esta capital.

Un hombre que se parecía a Joshua Michael Hakken, según las fotografías difundidas, gritó: "¡Alto! ¡Quédate lejos!" cuando el reportero acercó, pero la familia parecía interactuar normalmente unos con otros.

Cuba y Estados Unidos no comparten ningún acuerdo de extradición y las relaciones diplomáticas están cortadas desde la década de 1960, cuando se enemistaron tras el triunfo de la revolución.

Durante años fugitivos de Estados Unidos fueron albergados por Cuba, sobre todo en las décadas de 1960 y 1970, pero se trataba de miembros de los Panteras Negras y otros grupos de activistas políticos.

Recientemente, cubanos acusados de fraude al Medicare de Estados Unidos trataron de regresar a la isla para escapar a la justicia de la nación vecina.

Cuba también en varias ocasiones cooperó en la entrega a las autoridades de Estados Unidos de fugitivos con imputaciones penales.

En la Marina Hemingway, el martes, la familia no mostró señales de conocer el anuncio cubano a su contraparte estadounidense y los cuatro se pasearon por el restaurante al aire libre, mientras agentes de seguridad mantuvieron a los periodistas a distancia.

El niño más pequeño estaba sentado en un cochecito y el mayor tomó una banqueta. Una mujer que parecía ser Sharyn Hakken fue vista en la embarcación.

Al anochecer del martes, periodistas vieron a Sharyn Hakken salir del muelle de la Marina Hemingway en el asiento trasero de un vehículo del gobierno cubano y trabajadores del atracadero dijeron posteriormente que los cuatro ya no estaban en el lugar.

El canadiense Andrew Zych que estaba en un velero atracado a pasos de distancia de los Hakken, dijo que la familia había llegado recientemente y todo parecía normal.

"Me gustó la forma en que jugaron con los niños", dijo sorprendido por los acontecimientos en Estados Unidos.

Los corresponsales Paul Haven y Peter Orsi en La Habana contribuyeron con este despacho.