Egipto.- Insurgentes islamistas lanzaron ataques simultáneos el miércoles, incluyendo uno con un auto bomba, contra puntos de control milites en el norte de la península del Sinaí, matando a al menos 50 soldados, dijeron funcionarios de seguridad y militares egipcios.

El ataque del miércoles se produjo justo al sur de la localidad Jeque Zuweid y afectó a al menos seis puestos de control militares, agregaron los funcionarios. Los insurgentes capturaron también a soldados y tomaron varios vehículos blindados. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato de acuerdo con la normativa.

Al menos 55 soldados más resultaron heridos, agregaron.

El portavoz del ejército egipcio, el general Mohammed Samir, dijo que en la zona seguían los enfrentamientos entre las fuerzas armadas y los insurgentes. Según su comunicado, había 10 soldados fallecidos, pero las discrepancias en las cifras no pudieron ser contrastadas justo después de un ataque de gran alcance.

El comunicado de Samir, publicado en su página oficial de Facebook, dijo que unos 70 milicianos atacaron cinco puestos de control en el norte del Sinaí y que las tropas egipcias mataron a 22 de los atacantes y destruyeron tres vehículos todo terreno equipados con cañones antiaéreos.

El norte del Sinaí es desde hace dos años testigo de una serie de complejos y exitosos ataques que tienen como objetivo a las fuerzas de seguridad egipcias. Muchos de estos incidentes fueron reivindicados por una filial local del grupo extremista Estado Islámico.

Nadie se atribuyó de inmediato la responsabilidad por el ataque del miércoles, pero tenía todas las señas de identidad de los afines a la milicia radical.

Los asaltantes del miércoles emplearon morteros, granadas propulsadas por cohetes y fusiles de asalto, explicaron los funcionarios. Dos de los puntos de control, al parecer ubicados cerca, quedaron completamente destruidos.

Esta ofensiva tuvo lugar solo dos días después del asesinato en El Cairo del fiscal general del estado. El martes, el presidente Abdul Fatá el Sisi prometió intensificar una campaña contra la insurgencia que dura dos años.

Insurgentes en el norte del Sinaí llevan años luchando contra las fuerzas de seguridad pero aumentaron sus ataques tras el derrocamiento del presidente islamista Mohammed Morsi en julio de 2013.

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