PYONGYANG, Corea del Norte — Corea del Norte celebró el cumpleaños de Kim Jong Un el domingo con una discreción deliberada.

Aunque el aniversario del joven líder es una fecha bien conocida en todo el país, todavía no se celebra con los festejos adulatorios que acompañaban a los de su fallecido abuelo y su padre. Los residentes de Pyongyang hicieron lo mismo que hacen cada segundo domingo del año nuevo: participar en eventos deportivos.

Kim Jong Un, que se cree que tiene 33 o 34 años y es el jefe de Estado más joven del mundo, asumió el poder tras la muerte de su padre, Kim Jong Il, a finales de 2011.

Con el periodo de luto por el deceso de su progenitor finalizado y su poder asentado sobre una base aparentemente sólida, Kim presidió un congreso del partido único el pasado mayo que fue considerado por muchos una especie de coronación y el inicio de la era de Kim Jong Un.

Pero el líder se ha mantenido uno o dos pasos por detrás de sus predecesores en lo relativo al intenso culto a la personalidad en el país. Hay estatuas y retratos del abuelo de Kim, el "eterno presidente" Kim Il Sung, y Kim Jong Il en casi cada espacio público o vivienda. Hombres y mujeres adultos llevan sus broches encima del corazón.

Se rumoreó que se lanzaría un nuevo prendedor, con la imagen de Kim Jong Un, durante el congreso de mayo, pero la información resultó no ser cierta. Los calendarios de este año no destacan el 8 de enero más que como otro domingo y el periódico del partido gobernante, Rodong Sinmun, no menciona el cumpleaños.

La única vez que Kim fue homenajeado en público en su aniversario fue en 2014, cuando la exestrella de la NBA Dennis Rodman le cantó "Cumpleaños Feliz" antes de un juego de exhibición en Pyongyang.

Funcionarios norcoreanos dijeron que el bajo perfil de la fecha — y la poca información pública existente sobre su esposa y su familia — reflejan la naturaleza "humilde" de Kim y su respeto por sus antepasados. Kim pareció potenciar esa imagen en su discurso anual de Año Nuevo, que despidió con el deseo de ser un mejor líder.

Con todo, 2017 podría ser un año más importante de lo normal en Corea del Norte en cuanto a acontecimientos relacionados con los Kim.

Medios estatales sugirieron que el cumpleaños de Kim Jong Il en febrero, y especialmente el de Kim Il Sung en abril, se celebrarán de una forma más ostentosa que lo habitual, aunque se desconoce qué ocurrirá. Y Kim Jong Un ya tuvo su gran acto de Año Nuevo cuando, días después de su discurso, decenas de miles de norcoreanos recorrieron Pyongyang en la habitual muestra de apoyo a su líder.