El periodista Glenn Greenwald, uno de los contactos del exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Edward Snowden, compareció hoy ante el Senado de Brasil y admitió que desconoce el real alcance del espionaje de EE.UU. en el país suramericano.

Según Greenwald, columnista del diario británico The Guardian, si el Congreso o el Gobierno brasileños quieren conocer la verdadera profundidad del espionaje estadounidense en el país, "deberían darle asilo a Snowden", quien está refugiado temporalmente en Rusia y tiene "la mayor información" sobre el asunto.

"Estoy haciendo periodismo con mucho riesgo. He recibido amenazas y no estoy escondiendo información", declaró Greenwald ante miembros de una comisión del Senado que investiga las denuncias de espionaje estadounidense, del que, según los documentos filtrados por Snowden, fue víctima directa la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

La difusión de esos documentos causó un enorme malestar en Brasil y llevó a que Rousseff denunciara el asunto en la reciente Asamblea General de la ONU y postergase la visita de Estado que tenía previsto hacer a Washington el próximo 23 de octubre.

Greenwald explicó que toda la información que ha podido recabar sobre el espionaje en Brasil ya la ha publicado, aunque también dijo que aún tiene en proceso de análisis muchos documentos referidos a este y a otros países, entre los que citó Francia y España, sobre los que se negó a adelantar detalles.

También insistió en la veracidad de los documentos, que, así como revelan el espionaje sufrido por Rousseff, sugieren que la petrolera estatal Petrobras y varios ministerios fueron objeto del espionaje, del que incluso se habrían valido Canadá y otros aliados de Estados Unidos.

El periodista subrayó que "no hay ninguna duda de que el interés principal de esas actividades no es la seguridad nacional", como argumenta el Gobierno de Estados Unidos.

"El primer interés es político, es aumentar el poder de Estados Unidos en el mundo y saber lo que otros gobiernos están planeando. Y el segundo interés es puramente económico", declaró.

El senador Pedro Taques, uno de los miembros de la comisión, le sugirió a Greenwald que entregase al Senado, bajo custodia, todos los documentos que posee en relación a Brasil, a fin de que los parlamentarios puedan tener acceso directo a su contenido.

"De ese modo, no tendríamos que esperar a que aparezcan nuevas revelaciones en un diario o en un programa de televisión", justificó el parlamentario.

Sin embargo, Greenwald se negó, calificó el pedido de "inviable" y explicó que los documentos que tiene en sus manos se refieren a las actividades de las agencias de Estados Unidos en Brasil, pero también en "muchos otros países".

Según el periodista, de nacionalidad estadounidense, sería una "traición a la patria" entregar esos documentos a las autoridades brasileñas.

El Gobierno brasileño, que ha iniciado una campaña contra el espionaje en internet, anunció este miércoles que convocará a una conferencia global sobre ese asunto, que pudiera celebrarse en abril de 2014 en Río de Janeiro.

El asunto fue tratado durante una reunión que Rousseff mantuvo hoy con el presidente de la Corporación para la Asignación de Nombres y Números en Internet (ICANN), Fadi Chehadé, quien garantizó su apoyo a la celebración de esa conferencia.

Según Chehadé, la gestión de la internet "exige una participación activa de los gobiernos, de todos sus organismos y de las Naciones Unidas, pero también de los usuarios, de la sociedad civil y de los técnicos, que al fin y al cabo son las que la hacen funcionar"