El "gostoso", una moneda solidaria creada en el lejano municipio brasileño de Sao Miguel do Gostoso, desplaza cada vez más al real, el euro y el dólar en una ciudad en la que ha aumentado la presencia de extranjeros residentes y turistas en los últimos años.

La moneda local, avalada por el Banco Central de Brasil, ha sido impulsada también por las fallas en las conexiones de internet que dificultan las transacciones comerciales en la ciudad de 10,000 habitantes, de los cuales unos 200 son extranjeros, en su mayoría europeos.

"Internet es muy difícil por aquí", señaló a Efe José Prisciano, coordinador del Banco Solidario de Sao Miguel do Gostoso, quien destaca cómo la presencia de extranjeros afincados allí y de turistas motivaron a la población local a interesarse más por los idiomas y, particularmente, por el comercio.

"El joven no tenía mucho para hacer en la comunidad, su trabajo era ayudar a los padres en el campo y sólo eso", pero con el turismo la población joven vio en el comercio una opción de vida diferente", relató Prisciano.

Sin embargo, a pesar de esas oportunidades que desembocaron en nuevos proyectos gastronómicos, artesanales, turísticos y deportivos, la circulación de dinero comenzó a tener dificultades por las fallas de conexión a internet y las limitaciones para el cambio de moneda extranjera, como el euro o el dólar.

En 2011, la Incubadora Tecnológica de Economía Solidária (Ites), de la estatal Universidad Federal de Bahía, comenzó a trabajar en el proyecto de una moneda solidaria que pudiera paliar esas dificultades y dos años después puso en circulación el "gostoso".

"Un 'gostoso' equivale a un real (unos 0.33 dólares). La moneda es fabricada en Bahía por una gráfica certificada por el Banco Central. Todos los billetes de bancos solidarios (avalados por el ente emisor), como el 'gostoso', son certificados y legales", destaca Prisciano.

La moneda comenzó a circular en 2013 y el Banco Solidario de la ciudad, ubicada en el extremo nororiental del país a 102 kilómetros de Natal, capital del estado de Río Grande do Norte, empezó a conceder préstamos por valor de 150 "gostosos" (unos 50 dólares) para pequeños proyectos comerciales.

Esos préstamos, que en la actualidad son de 300 "gostosos" (unos 100 dólares) pueden ser pagados en tres cuotas sin ningún tipo de intereses y se ampliaron para el consumo personal bajo las mismas condiciones.

"Nadie se ha hecho rico todavía con la moneda del 'gostoso'. El banco hace sus préstamos sin cobrar intereses que se pueden usar para servicios, para el consumo, como por ejemplo ir al supermercado y comprar lo que se esté necesitando en casa", contó Prisciano.

Sao Miguel do Gostoso pasó a ser la ciudad más buscada por brasileños y extranjeros, después de Jericoacoara, en el vecino estado de Ceará, para la práctica del kitesurf y el windsurf, debido a las buenas condiciones de viento que presenta la localidad.

La comerciante Anilda Venancio, dueña de un pequeño supermercado, señala que muchas personas, como ella, vinieron de otros lugares del país y terminaron quedándose motivadas por las oportunidades de abrir su propio negocio en un municipio en el que los extranjeros responden por el 30 % del comercio local.

"Yo vine a pasar vacaciones en la casa de mi abuela y terminé quedándome. Hay personas que vienen a comprar durante el mes y que pagan todo con 'gostosos'. Ya recibí 300, 400 reales (entre unos 100 y 133 dólares) todo con 'gostosos'", comentó Venancio.